El primer equipo femenino de la Real Sociedad cayó ayer ante el FC Barcelona (1-7) en lo que fue la jornada 19 de la Liga F y le tocará, según decía Amaiur Sarriegi, «cambiar el chip» para afrontar el partido de vuelta de las semifinales de la Copa el miércoles ante el Atlético de Madrid.
Natalia Arroyo, con las miras más puestas en el partido del míercoles, reservó ayer a varias titulares como Nerea Eizagirre, Sanni Franssi, Andreia Jacinto, Synne Jensen o la propia Sarriegi, quien entraría en el 66′ y marcaría el gol del honor para las suyas 15 minutos más tarde. El Barcelona, que había hecho ya cuatro goles en el primer tiempo, fue muy superior al conjunto ‘txuri-urdin’ y celebró la vuelta al verde de la doble balón de oro, Alexia Putellas, 117 días después con gol incluído.
Zubieta registró una entrada de más de 1.100 aficionados y aficionadas en la tarde de ayer a pesar del mal tiempo y se prevé que la afluencia en el Reale Arena para la cita copera también esté a la altura de la importancia del duelo. La legazpiarra Irene Paredes, que volvía a lo que un día fue su casa esta vez convertida en campeona del mundo, se llevó como de costumbre la ovación del público local al ser sustituída: «Siempre es bonito volver a un lugar que son tus orígenes», decía al final.
La mirada puesta en el miércoles
A pesar de la abultada derrota y tras analizar «algunos errores cometidos» Amaiur Sarriegi afirmaba que el equipo «tiene, desde ya, la mirada puesta en el miércoles». «Como bien vengo diciendo es un partido muy especial, muy importante, y creo que va a ser vital. Lo afrontamos con muchísima ilusión. Creo que venimos de un campo muy complicado, de competir contra un equipo con grandísimas jugadoras, y sacar un empate de allí habiendo empezado ganando, pues es algo que deja todo abierto y puede pasar cualquier cosa», concluía la ‘txuri-urdin’.
