La pelucas son actualmente piezas clave para muchas personas en su día a día. Motivos para usar pelucas hay muchos, desde un tratamiento oncológico hasta únicamente por el deseo de experimentar un cambio radical en el cabello. Sea como sea, escoger una peluca siempre debe ser un proceso cuidadoso en el que tenemos que tener en cuenta una serie de factores. Ante todo, buscar profesionales como Castaño Estilistas, especializados en la colocación y mantenimiento de pelucas, prótesis capilares y extensiones en Donostia. Además de la elección del mejor profesional, también tenemos que atender a una serie de calves.
La forma de la cara
La forma de la cara es importante en la elección de la peluca. Los profesionales realizarán un estudio previo de tu rostro para escoger la mejor opción, aún así, podemos decir que las personas con rostros ovalados cuentan con mayor variedad de opciones, mientras que los rostros redondos se ven mejor con pelucas con largos no demasiado exagerados.
En el caso de los rostros alargados, los cortes a capas y pelucas con volumen suelen ser las más indicadas.
Peluca natural o peluca sintética
Las pelucas pueden estar fabricadas con cabello natural o cabellos sintéticos. Si bien es cierto que las pelucas de cabello natural son las mejores, las pelucas de cabello sintético de alta calidad pueden dar buenos resultados. La principal diferencia entre ambas está en el costo y en el mantenimiento; y es que las naturales siempre serán más caras y contarán con un mantenimiento más delicado.
Las pelucas sintéticas son más económicas, pero no duran tanto tiempo como una peluca natural y no dan tanta flexibilidad en cuanto a peinados se refiere.
En el caso de las pelucas de cabellos naturales, son más caras, pero se pueden peinar y teñir como se haría con un cabello natural. La principal desventaja es que requiere cuidados mayores y que son más susceptibles al clima que las sintéticas.
Tejido hipoalergénico
El interior de una peluca de calidad siempre debe estar hecho con un tejido hipoalergénico y con las menores costuras posibles. Esto evitará los roces y las irritaciones que se pueden producir en el cuero cabelludo.
Es importante que nuestro cuero cabelludo respire. Esto se consigue con materiales como el monofilamento. En estas pelucas, la parte del casco se constituye por una fina membrana que imita perfectamente lo que sería el cuero cabelludo.
La comodidad ante todo
Sobre todo en casos como en los de las pelucas oncológicas, en los que las personas pasan gran parte del tiempo con las prótesis puestas, se prioriza la comodidad. Para ello, el interior debe, además, estar perfectamente ajustado al cráneo. Si la peluca quedara demasiado apretada resultaría incómoda, pero si estuviera demasiado holgada, tendríamos la sensación constante de que puede caerse.
Para poder sujetar la peluca se usan sistemas de cintas autoajustables y materiales como demafix. Estos materiales se adhieren a nuestro cuero cabelludo evitando el deslizamiento. Se consigue, así, una fijación completamente segura y sin presión alguna en la cabeza.
No se recomienda usar pegamento de forma continuada en la alopecia causada por la quimioterapia; y es que el cuero cabelludo en estos casos es extremadamente sensible.
Cómo elegir el color de la peluca
El color de la peluca es, sin duda alguna, otra de las decisiones clave. Aunque esto también está determinado por los gustos, podemos decir que a medida que envejecemos, los colores más claros suelen sentar mejor y dan un aspecto mucho más natural.
En casos concretos como la quimioterapia, la piel puede verse pálida. Aunque el tono natural de nuestro cabello sea moreno, apostar por un marrón oscuro podría favorecernos más. Por otro lado, si queremos, siempre podemos probar cosas nuevas y experimentar.
Las pelucas pueden ser una oportunidad única de probar aspectos diferentes que no probaríamos con nuestro propio cabello.