Vacuna contra la disentería porcina, ¿por qué es importante tenerla en cuenta?

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PRUEBA

La disentería porcina supone un desafío para la industria cárnica. Con grandes pérdidas económicas a lo largo de los años, durante mucho tiempo se ha pensado en la posibilidad de incluir nuevos tratamientos, de administrar al animal una serie de antibióticos adicionales con los que pueda evitar esta amenaza.

Sin embargo, hasta el planteamiento de la vacuna no se ha podido decir que estemos ante algo que sí resulte, que sí suponga un cambio de la realidad que estamos viviendo en esta parte de la ganadería. Con muchas esperanzas puestas sobre ella, compensa ir viendo cuáles son las opciones y de qué manera podemos atacarlas.

¿Qué es la disentería porcina?

La disentería porcina es una colitis infecciosa provocada por la bacteria Brachyspira hyodysenteriae que se da en los cerdos. Haciendo que los animales sufran diarreas caracterizadas por mocos, sangre y material necrótico en las heces, cuando ocurre supone grandes pérdidas en la productividad del ganado, de ese conjunto que da de comer a familias enteras.

Afectando principalmente a los cerdos en la fase de cebo, con el tiempo se ha podido observar que no existe una época X para que la enfermedad en sí se produzca, para que veamos al ganado estar mal o mejor en consecuencia. Esto, que desconcierta bastante a los encargados del mismo, supone parte de la amenaza de la que antes hablábamos, algo que se tiene que erradicar.

¿Cuáles son los beneficios de la vacuna para la disentería porcina?

El planteamiento de la vacuna para la disentería porcina no se ha hecho porque sí. Después de tantas pérdidas, el detalle de que podamos contar con un remedio real para esta enfermedad es algo que motiva a todos los ganaderos, que da esperanzas a la industria cárnica y a todas las familias que viven de ella. Bajo esta premisa, a continuación, te dejamos con algunas de las razones por las que hay que valorarla:

Incremento de productividad

Con un tratamiento efectivo para los animales la productividad de los mismos es mucho más exacta. Gracias a que existen un menor riesgo de sufrir enfermedades que terminen con ellos, se podría decir que contamos con el ganado para que nos dé todo lo que esperamos de él, para que la industria en este aspecto funcione como de costumbre. ¿No crees que es lo ideal?

Mayores beneficios para el cerdo

Lejos de pensar en el dinero y en lo que el animal supone para el consumo humano, con la vacuna para la disenteria porcina el cerdo vivirá mucho mejor. Con una salud fuerte y bien planteada, el animal se verá mucho más contento, estable y con ganas de producir. Esto, que es algo que debemos tener en cuenta a todos los efectos, supone una garantía para lo que buscamos del mismo.

Menor coste de producción

Para hacer frente a este enfermedad se ha invertido en cantidad de antibióticos (lincomicina, tiamulina, valnemulina, etc) pero no ha habido demasiada suerte con este respecto así que, si consideramos la vacuna como tal, salvaremos cantidad de ganado que antes se perdía. Sin necesidad de estar pagando por medicamentos que al final no dan resultado, también iremos ahorrando en lo que la producción supone.

Menos trabajo en la granja

El trabajo en la granja puede ser infinito y, si además estamos delante de animales que no cumplen con las espectativas productivas, nos encontramos ante bucle del que al final no podremos salir. Reducir las jornadas para los empleados o hacer que las tareas sean menos tediosas, supone una garantía para el equipo, para esos que se pasan el día con los cerdos. ¿No lo habías pensado?

Sin riesgo de dependencias

Los antibióticos, cuando han funcionado, pueden crear una serie de dependencias desarrollando en el cerdo un hábito. Esto, que es algo bastante negativo, se frena con el uso de la vacuna puesto que no habrá que administrar al ganado ninguna dosis temporal o rutinaria. Con muchas investigaciones a sus espaldas, desde que nos planteamos pasar a ésta sólo podemos ganar.

¿Se podrá erradicar la disentería porcina?

El plan de vacunación contra la disentería porcina está siendo bastante estratégico. Estudiando durante años, se ha dividido en tres fases bien diferenciadas para los que trabajan con ganado: 1. Preparación de la explotación, 2. Tratamiento o control, 3. Seguimiento y confirmación de éxito. Esto, que es algo que da facilidades a quienes están al mando del ganado, se ha convertido en una garantía de nuevas producciones.

Por otro lado, conviene saber que el aivlosin ha sido el medicamento escogido como producto para empujar a esta desaparición que queremos todos, a que los cerdos puedan seguir produciendo como de costumbre y, además, vivir en paz, completamente tranquilos. Ahorrando buena parte del sufrimiento, sin duda la vacuna contra esta enfermedad es algo que debemos comenzar a valorar como mínimo, cuanto antes.