El año pasado se celebraron 301 talleres en aulas de centros educativos vascos, frente a los 55 con los que arrancó el programa en 2009
Un total de 6.115 alumnos y alumnas participaron el pasado año en los talleres de prevención del consumo de alcohol en el ámbito escolar realizados en Euskadi. En 2023 se llevaron a cabo 301 talleres en aulas de 102 centros educativos de 41 ayuntamientos vascos. Las cifras contrastan con las de 2009, año de comienzo de esta iniciativa, en el que hubo 55 talleres en 22 colegios y 10 ayuntamientos, donde participaron 1.540 personas.
De hecho, la puesta en marcha desde el Departamento de Salud, hace más de una década, del programa Menores y Alcohol, fue un hito que ejerció un efecto tractor para expandir la cultura de la prevención de forma exponencial. A día de hoy, lo que en su momento fue un programa se ha convertido en una red de iniciativas en coordinación con las entidades locales.
Así, el programa de reducción de riesgos derivados del consumo de alcohol en el ámbito escolar, que comenzó con 55 talleres, se extendió el pasado año a 301. De ellos, 238 fueron impartidos por el Gobierno Vasco, en aulas de 84 colegios, de 33 ayuntamientos. La cifra de alumnado participante alcanzó las 4.843 personas. Paralelamente, los ayuntamientos y mancomunidades desarrollaron por iniciativa propia un total de 63 talleres en 18 centros educativos de 8 municipios, donde participaron 1.272 personas. En total, 6.115 jóvenes.
Asimismo, dentro del programa de prevención del consumo de alcohol a través de las artes escénicas, el año pasado tuvieron lugar 43 representaciones a las que acudieron 2.256 alumnas y alumnos.
El pasado año, el programa de prevención en el ámbito festivo y de ocio del Gobierno Vasco realizó 40 intervenciones en 33 municipios, en las que tomaron parte 6.305 jóvenes. Además, los ayuntamientos y mancomunidades llevaron a cabo 30 intervenciones en 14 municipios, llegando a 4.786 chicas y chicos.
Al mismo tiempo, en el marco del programa de sensibilización y formación de profesionales como agentes de salud, en 2023 se celebraron 30 talleres, impartidos por 369 profesionales que trabajan en contacto con jóvenes, profesionales de la hostelería, tiempo libre, comisiones de fiestas y txoznas, e incluso agentes de policías municipales.
En 2023 se repartieron 17.000 trípticos para jóvenes sobre prevención del consumo de alcohol, pero también alcoholímetros cualitativos, cartelería, etc. Por otra parte, Osakidetza distribuyó 3.500 trípticos sobre embarazo y consumo de alcohol.
Euskadi cuenta con una larga trayectoria de actuación en el ámbito de la prevención del consumo de alcohol, desde un enfoque integral, es decir, abarcando el conjunto de sustancias y comportamientos adictivos.
En el caso concreto del alcohol, su consumo por parte de menores está prohibido, tal y como recoge en su artículo 33, punto primero, la Ley Integral de Adicciones aprobada en 2016 por el Parlamento Vasco, la tercera aprobada en Euskadi, tras las de 1988 y 1998. Proteger a las personas menores de edad y asegurar su salud y desarrollo personal es el motor de esa legislación, que además del consumo por parte de menores de edad, prohíbe también la venta y suministro de bebidas alcohólicas, tanto en los centros que impartan enseñanza a alumnado de hasta 18 años, como en las instalaciones en las que se celebren competiciones deportivas. Asimismo, la norma establece restricciones en materia de promoción y publicidad.
Sin embargo, la ley de 2016 no se limita al aspecto punitivo, sino que se asienta fundamentalmente en la prevención y en la sensibilización social como herramientas claves para lograr un cambio cultural. Euskadi desarrolla además en la actualidad su VIII Plan sobre Adicciones, que también incide en la desnormalización del consumo de alcohol, especialmente entre adolescentes y jóvenes, y en el impulso de alternativas de ocio saludables.
Según refleja la Encuesta de Adicciones 2023, en Euskadi se observa un descenso muy destacado de la prevalencia del consumo diario de alcohol, sobre todo en las generaciones jóvenes y de mediana edad. Mientras, desciende también la prevalencia del consumo intensivo de alcohol y las borracheras, aunque dicha prevalencia sigue siendo alta.
