JAZ-Zubiaurre celebra su centenario fabricando y comercializando cepillos metálicos que exporta a más de 65 países

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PRUEBA

JAZ-Zubiaurre es una de las firmas centenarias y familiares que lejos de acomodarse en el pasado ha tomado la determinación de pisar el acelerador, fabricando y comercializando cepillos de púa metálicos para el tratamiento de superficies que exporta a más de 65 países, entre los que destaca Estados Unidos. Este reconocimiento global ha posicionado a la empresa, con sede en el polígono industrial de Azitain (Eibar), como líder en el mercado estatal, gracias a las más de 3.000 referencias de productos destinados al tratamiento de superficies de limpieza, texturizado o desbarbado de materiales. Eduardo Zubiaurre, gerente de la compañía, señala la cercanía con los clientes y la fidelidad del equipo de profesionales que conformar la compañía como los valores clave de su éxito.

¿Cómo y cuándo nació la idea de crear JAZ-Zubiaurre?

Hace exactamente 100 años nuestro abuelo Domingo Zubiaurre, que provenía de una familia de pulidores, una de las labores auxiliares que se hacía a comienzos del siglo pasado en Eibar en torno a la fabricación de las armas, ponía en marcha Jaz-Zubiaurre. A la familia se le ocurrió la idea de, en vez de comprarlos a un suministro industrial como Unceta (que los traía de Alemania), fabricar ellos mismos los cepillos de fuga metálica para después vendérselos a Unceta y ésta a diferentes industrias que también utilizaban este tipo de productos. Ese fue el origen un poco de la actividad de nuestra empresa.

La cuarta generación ya se ha incorporado a la empresa. ¿Cuál es el legado que le gustaría que quedase tras tu paso?

Yo soy de la tercera generación, estoy un poco en el final de mi etapa profesional, pero como has comentado hay una cuarta generación también trabajando en la empresa. Nuestra idea es perdurar de forma sostenible. En cada etapa, en cada época, cada generación ha tenido que afrontar circunstancias diferentes y, en este momento, seguimos trabajando con la misma idea de ser un proyecto que perdure en el tiempo, que genere valor, además de bienestar para todos los que participamos y para la Comunidad en la que en la que residimos. Lo hemos hecho a lo largo de 100 años y la idea es seguir haciéndolo, porque nuestro propósito es continuar creciendo de forma sostenible, siendo un equipo humano unido y confiable.

¿Qué valores reseñables considera que han marcado la diferencia para alcanzar estos 100 años de historia?

Nosotros siempre hemos ofrecido un producto de calidad, hemos intentado estar cerca de los clientes, hemos sido referentes y reconocidos por el buen servicio, por la cercanía con los clientes y también por trabajar en equipo. Yo creo que las personas que han participado en el proyecto de nuestra empresa, generalmente han sido personas que han estado trabajando con nosotros durante toda su vida profesional o durante una parte muy larga de la misma. Un equipo humano que se mantiene con nosotros y que siempre agradecemos e intentamos, que siga así teniendo un proyecto lo más compartido posible en nuestra empresa.

¿Qué función cumplen los cepillos metálicos que fabrican?

Para hacer un símil, podríamos pensar en los cepillos que utilizamos todos los días para la higiene bucal. Nuestros productos también tienen unas púas, pero en lugar de ser de fibras como las que utilizamos en nuestra higiene bucal, son de acero de diferentes características. Generalmente aceros al carbono, inoxidables, latones y demás, cuyo fin es trabajar sobre superficies, no exclusivamente metálicas, para labores de limpieza, de quitar adherencia, roña, rebabas para terminar un trabajo, para darle cierta rugosidad a una superficie que luego puede ser utilizada para colar, recauchutar, en fin, para diferentes tipos de usos. Nuestro producto tiene esa finalidad, con la particularidad de que tiene un alto grado de flexibilidad porque se adapta a superficies irregulares, como hace un cepillo en nuestra boca limpiando las diferentes piezas dentales. Además, genera una limpieza no muy abrasiva, no daña el material base, sino que quita adherencias o pequeñas deformaciones que pueda tener esa superficie sobre la que se trabaja.

¿Y cuántos tipos de cepillos ofrece su portfolio?

Hay una gama muy amplia de más de 3000 referencias. Hay modelos de muchas formas y tamaños. Además, el cepillo también tiene filamentos de muchas cualidades, de muchos grosores, de ciertas características térmicas y de resistencias que hacen que la gama de soluciones sea realmente amplia.

Casi la totalidad de su producción la exportan a Estados Unidos, ¿cuál es el destino del resto de la manufactura?

 Actualmente, tenemos dos grandes mercados. El mercado americano, donde en los últimos años hemos tenido un gran desarrollo a través de la filial que constituimos allí hace ya 25 años, y el mercado español, que es el mercado tradicional, donde siempre hemos tenido una presencia muy importante y un reconocimiento de marca desde hace 100 años. Además de eso, exportamos a 65 países, aunque muchos de ellos de forma muy simbólica, pero estamos presentes en cinco continentes, en lugares donde se nos reconoce y se utilizan nuestros productos.