- El tramo Hernani-Astigarraga, el penúltimo tramo vivo de los 18 de la primera encomienda de gestión entre el Gobierno central y el vasco, acoge la construcción del primer viaducto atirantado del Estado para alta velocidad
- El paso superior de Ergobia estará concluido para el próximo verano
Los trabajos del tramo Hernani-Astigarraga, de 2,4 kilómetros de longitud y que dejarán la alta velocidad a las puertas de Donostia, avanzan a buen ritmo en distintos frentes de obra. Entre ellos destaca el inicio, en el plazo de dos meses, de la construcción de un elemento singular, como es la cimbra o estructura del que será el primer viaducto atirantado del Estado para alta velocidad.
El consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, acompañado del viceconsejero de Infraestructuras y Transportes, Pedro Marco, del director general de ETS, Ernesto Martínez de Cabredo, y de técnicos de Euskal Trenbide Sarea (ETS), el administrador ferroviario vasco encargado del tramo guipuzcoano de la Y Vasca por encomienda del Ministerio de Fomento, han comprobado esta mañana el avance de los trabajos en una visita al tajo.
Las obras del tramo Hernani-Astigarraga se iniciaron en 2012 y, cuando se encontraba en un 40% de ejecución, diversos cambios sobre el proyecto original adjudicado propiciaron un acuerdo entre las partes para la resolución del contrato y la redacción de un nuevo proyecto. Éste se adjudicó en verano de 2019 y los trabajos se reanudaron a finales de ese año, con avances como el paso superior de Ergobia, que estará concluido para este mismo verano.
Se trata del penúltimo tramo de los 18 que constituyen la primera encomienda de gestión firmada en 2006 entre el Gobierno central y el vasco, junto con Adif –el tramo Astigarraga-Lezo se encuentra en estudio informativo por parte del Ministerio de Fomento-. La modificación del convenio entre ambas administraciones para impulsar la llegada de la alta velocidad a Euskadi en 2017 incorporó a la encomienda la estación de Atotxa (Donostia-San Sebastián, en obras actualmente), la de Ezkio (que acaba de ser adjudicada), el apeadero de Astigarraga y la ejecución del tramo Astigarraga-Oiartzun-Lezo, así como nuevas actuaciones de seguridad entre Bergara y Lezo. Son obras todas ellas en diversas fases de construcción por parte de ETS.
El consejero Arriola ha destacado el grado de avance de la obra y ha señalado que la Nueva Red Ferroviaria del País Vasco “es una infraestructura esencial para conectar de forma rápida y sostenible los tres territorios y sus áreas metropolitanas y poner en valor la posición estratégica de Euskadi entre la Península Ibérica y el resto de Europa”. Arriola, que ha anunciado que trabaja ya con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para seguir profundizando en esta vía de colaboración, ha añadido que “nuestro interés, y así se lo hemos hecho saber al Ministerio, es firmar una nueva encomienda, de forma que seamos nosotros, desde el Gobierno Vasco quienes redactemos los proyectos constructivos y ejecutemos parte de las obras pendientes”.
El tramo Hernani-Astigarraga, que supondrá una inversión de 94 millones de euros, comienza en el término municipal de Hernani con el denominado viaducto de aproximación de 618 metros, ya ejecutado. Con todos los pilares ya preparados, en dos meses comenzará la construcción de la estructura que sostiene el tablero del viaducto de Hernani (tramo central) de 483 metros, y el más espectacular por ser atirantado. El primero de ellos cruza el río Urumea una vez y el segundo lo hace en dos ocasiones.
El tramo final corresponde al denominado viaducto de prolongación, de 347 metros de longitud, que se encaja entre las vías de la línea existente de ancho convencional Madrid-Irún para, posteriormente, enlazar con ellas y, de este modo, entrar con los tráficos de alta velocidad en la estación de Atotxa en la capital guipuzcoana. La conexión también contempla la continuación hacia la frontera francesa a través de la línea actual, a la que se dotará de un tercer hilo en el tramo comprendido entre Astigarraga e Irun.
La principal complejidad de esta obra reside en la obligación de ejecutarla respetando los servicios regulares de la línea Madrid-Irun, que discurre de forma paralela a la zona de trabajos, sobre todo en la parte final del viaducto. La inserción de las futuras vías de ancho UIC y la disposición final de las actuales de cercanías necesitarán de la ejecución de diferentes fases de obra y situaciones provisionales que supondrán desvíos temporales de la red ferroviaria. Otra dificultad añadida es la proximidad de la autovía del Urumea por cuya parte inferior cruza el viaducto ferroviario, el entorno urbano y el propio río Urumea.
El tramo Hernani-Astigarraga incluye otros contratos importantes en diferentes fases de obra como son la construcción del paso superior de Ergobia, que ha permitido la eliminación del paso a nivel del mismo nombre, que comunica los términos municipales de Donostia y Astigarraga. Su conclusión está prevista para el próximo verano. Su apertura permitirá desmontar definitivamente el actual paso peatonal provisional que permite el paso de los vecinos y vecinas de Okendotegi.
Otra de las obras pendientes que rematará el servicio ferroviario en el futuro en esta zona es la nueva estación de cercanías de Astigarraga y sus accesos, que prevé una estación a cabalgavía por encima de las vías de ancho internacional y de ancho convencional, cuyo proyecto constructivo está en fase de redacción.