Se han encontrado, en el yacimiento de ámbar de Álava, «gambas» de tierra que vivían en los bosques de coníferas resiníferas durante el periodo Cretácico, hace unos 105 millones de años.
El Instituto Geológico y Minero de España ha realizado el estudio de un total de 18 crustáceos peculiares, de pequeño tamaño, en el marco de las investigaciones del grupo Ámbares de España (AMBARES).
Ha concretado que los nuevos fósiles estudiados pertenecen a crustáceos tanaidáceos (Suborden Tanaidomorpha), de menos de un milímetro y medio de longitud en su cuerpo y que podrían asemejarse a «diminutas gambas», aunque pertenecen a un grupo distinto de crustáceos.
Se han descubierto dos nuevos géneros y tres nuevas especies. A juicio de los investigadores, los pequeños crustáceos hallados fueron «muy abundantes» y «diversos» en la antigua Península Ibérica, entonces una isla. Han recordado que en la actualidad se trata de animales marinos y que sólo algunas especies viven en agua dulce o salobre cerca del mar.
Se han encontrado muchos ejemplares de crustáceos tanaidáceos «y eran los únicos fósiles en el ámbar de Álava que podían ser relacionados con el medio marino» por lo que se sospechó que hace 105 millones de años alguna de las especies descritas tuviera «alguna biología distinta» a la actual.
El hecho de que hayan aparecido preservados en el ámbar indica que vivirían en un suelo «muy húmedo» y que serían habitantes de la hojarasca. Finalmente, se ha podido determinar los dos sexos de una de las especies nuevas descritas.