Era 28 de diciembre, día de los Inocentes y la organización de la prueba quiso estar a la altura gastando una pequeña broma.
La San Silvestre salmantina estaba a punto de dar la salida cuando los organizadores tuvieron la idea de gastar una broma a los participantes. Anunciaron por megafonía que los diez primeros clasificados de la prueba masculina, las cinco primeras atletas de la femenina y diez participantes más escogidos por sorteo serían sometidos a un control antidopaje tras la carrera.
Algunos de los participaban, entre los que se encontraban algunos corredores profesionales, decidieron tras el anuncio, no tomar la salida y retirarse de la competición, ante la sorpresa de los organizadores.
Una vez la prueba en marcha, se vio nerviosismo también en algunos de los corredores que se habían mantenido en cabeza durante todo el recorrido y que al verse cerca de Meta, comenzaron a ceder puestos para no entrar entre los primeros.
Los organizadores de maratón salmantina no salían de su asombro y aunque aseguraron que era una broma bienintencionada no esperaban esa reacción en absoluto, pero si ha servido para que los tramposos se retiren, dijeron, bienvenida sea.
Los que no tenían nada que temer iniciaron y culminaron la tradicional carrera navideña con el entusiamos y deportividad que todos los años se ve en la competición salmantina.
