Trescientos soldados pontevedreses conforman la unidad que dará seguridad a la base y al aeropuerto de Herat.
El 1 de enero, la Brilat inauguró la nueva misión de la OTAN en Afganistán, tomando el relevo a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), con la que el Ejército español venía colaborando desde el 2003.
La campaña Apoyo Decidido (Resolute Support) busca un triple objetivo, según reseñaron desde el Ministerio de Defensa: «Proporcionar entrenamiento, asesoramiento y asistencia a las instituciones de seguridad afganas hasta que estas puedan hacerse plenamente cargo de los cometidos asignados sin apoyo internacional».
La labor de los trescientos militares de la Brilat se encuadrará en la tercera de estas metas, ya que se han integrado en un Grupo Táctico de Protección de la Fuerza para la Base de Apoyo Avanzado (FSB) y el aeropuerto internacional de la localidad de Herat, que desde ayer está bajo supervisión del Ejército italiano. La transferencia de mando no se oficializará hasta dentro de unos días, el 8 de enero.
Mientras que la Brilat permanecerá en suelo afgano seis meses, la intención del Gobierno es que más allá del 2015, «la presencia de la Alianza [Atlántica] se reducirá a Kabul, concentrando su esfuerzo en el apoyo de las instituciones a nivel nacional». Será entonces cuando definitivamente se transfiera la responsabilidad del aeropuerto y el acuartelamiento de Herat a las autoridades afganas.