- La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, da la bienvenida a Carlos Roy, director de la Agencia Vasca de Reinserción Social, y a su equipo
- Formación, talleres y actividades productivas son la base sobre las que se asentará el éxito de Aukerak, basado en las segundas oportunidades
- Una mariposa aleteando será el logotipo de la Agencia, porque representa la metamorfosis y las grandes transformaciones
- La consejera ha hecho un balance de los 100 primeros días de gestión penitenciaria poniendo en valor el “intenso trabajo” realizado y anunciando 6 millones de euros para incrementar las plazas residenciales que permitan cumplimientos de penas en régimen abierto
Aukerak, la Agencia de Reinserción Social vinculada a la política penitenciaria vasca, despegó el pasado 1 de enero con la intención de sobrevolar el horizonte de la reinserción a través de la formación laboral. Esta es una de las bases fundamentales del modelo penitenciario vasco, que defiende el Gobierno Vasco desde que asumiera la gestión de los centros penitenciarios el pasado 1 de octubre. Hoy, tres meses después, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha escenificado la puesta de largo de Aukerak dando la bienvenida pública a su director, Carlos Roy, y a todo su equipo.
“Lleváis meses escuchándonos hablar de reinserción, de resocialización, de segundas oportunidades como el modelo que deseamos implantar en la vida diaria de los centros penitenciarios”, ha explicado la consejera, quien ha hablado de medidas menos coercitivas y más centradas en recuperar a la persona que ha cometido un delito como un reflejo de la “sociedad del siglo XXI”.
Artolazabal ha vuelto a referirse a las tres ERRES como la base de la gestión de los centros penitenciarios, en donde es fundamental reeducar para resocializar y, por ende, para reinsertar. “Entendemos que este objetivo se puede conseguir intensificando la formación; explorando las habilidades y el conocimiento de las personas presas y revirtiéndolas en su beneficio. Como una válvula de salvación, una puerta hacia otra vida que puede estar a su alcance a través de su inclusión socio-laboral”, ha anunciado la consejera.
Así pues, formación, talleres y actividades productivas serán la base sobra la que se asentará el éxito de Aukerak, tal y como ha reflejado Artolazabal. “Estamos convencidas y convencidos de que incrementar los medios para la reinserción socio-laboral redundará en una mayor seguridad para nuestra sociedad y en una menor reincidencia”.
“Nuestro objetivo es intensificar la línea de trabajo de Instituciones Penitenciarias, mejorando y poniendo en marcha nuevos programas y talleres. Hay que explorar áreas diferentes a las ya existentes, como la logística, la atención socio-sanitaria y los cuidados a la dependencia, artesanía… etcétera”, ha proseguido.
Según datos aportado por la consejera, actualmente, 346 personas reclusas son trabajadoras en los centros penitenciarios; 223, en talleres productivos propios y 123, en los gestionados en colaboración con empresas externas.
“Dar a estas personas la oportunidad de desarrollar sus habilidades profesionales, su formación y su experiencia laboral favorece los procesos de resocialización”, ha explicado.
Artolazabal también ha presentado el logotipo de la Agencia Vasca de Reinserción Social. Se trata de una mariposa que representa “la metamorfosis y el cambio” y también que hace referencia por el aleteo de las alas al llamado efecto mariposa, “con el que un simple gesto puede ser el inicio de la transformación”.
Por su parte, el director de Aukerak, Carlos Roy, se ha mostrado “ilusionado” por este reto y ha definido a su equipo como “ambicioso” que cuenta, además, con experiencia y conocimiento de la plantilla que formaba parte del Ente estatal TPFE y que hoy se han integrado en Aukerak.
Roy ha hablado de un modelo “que incorpore la perspectiva de género tanto en la formación como en los talleres productivos” y ha comentado que espera que en este ejercicio se pueda crear un Servicio de Orientación y Acompañamiento integral. Para ello, se realizará un perfilado de las personas internas y se elaborará un catálogo de puesto de trabajo de los talleres productivos y colaboración con empresas externas.
Como objetivos para 2022, Carlos Roy ha apuntado “promover el interés de la población reclusa en la formación” y “fomentar el trabajo productivo”.
Cien días de gestión penitenciaria
La consejera Beatriz Artolazabal ha aprovechado el encuentro para realizar un pequeño balance a los primeros cien días de gestión en los centros penitenciarios vascos. En cifras, ha cifrado en estos momentos la población reclusa en 1.365 personas (1.251 hombres y 114 mujeres) tanto en régimen ordinario (dentro del centro) como en régimen abierto, además de otras 163 personas en libertad condicional. En cuanto a las personas vinculadas con ETA, los centros vascos acogen a 84 personas relacionadas con el terrorismo.
Artolazabal ha hablado de “satisfacción” por el trabajo de estos primeros tres meses, aunque también ha reconocido que hay “áreas de mejora”.
“Seguro que tenemos cosas por mejorar, pero en tres meses hemos conseguido realizar un trasvase de competencias, plantilla, reglamentos, etcétera, sin ninguna incidencia negativa reseñable”, ha comenzado exponiendo.
En este sentido, ha explicado que los tres centros penitenciarios han pasado ya a trabajar en red y que se ha reducido sensiblemente el tiempo en la toma de decisiones. Asimismo, ha puesto en valor el acuerdo con los sindicatos, que les proporciona “dos años de margen para trabajar en la definición de los puestos y la metodología de trabajo de la plantilla de cara al futuro”.
Artolazabal ha enumerado algunas acciones ya realizadas en estos tres meses como cambios de colchones, mejoras en las aulas de formación, eliminación de humedades…
También se han realizado algunas iniciativas en colaboración con los departamentos de Salud y Educación relacionadas con la perspectiva de género, y los planes de salud mental y adicciones.
Sin embargo, una de las acciones más importantes será el incremento de las dotaciones residenciales. “A lo largo de este año, invertiremos 6 millones de euros en la puesta en marchar de recursos que incrementarán las plazas residenciales, que permitan las progresiones de grado y los cumplimientos de penas en régimen abierto para aquellas personas que no dispongan de recursos para ello”, ha anunciado la consejera.
Por último, Beatriz Artolazabal ha querido dejar claro que “nada de todo esto tendría sentido si no se tuviera en cuenta a la víctima”. Y ha concluido: “Cada acción, cada paso, está encaminado a reparar el daño causado y a velar por las necesidades de la víctima”.