Vecinos de un edificio del PAU de Carabanchel han elaborado un calendario en el que se muestran desnudos en protesta por las subidas desorbitadas del precio del alquiler y presiones para que abandonen sus pisos por parte del fondo de inversión al que fueron vendidos recientemente sus viviendas de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) del Ayuntamiento de Madrid.
El Ayuntamiento de Madrid vendió 1.800 viviendas públicas de 18 promociones a un grupo inmobiliario por 128,5 millones de euros en julio de 2013. Y aunque prometieron que los inquilinos mantendrán las condiciones actuales, el llamado fondo buitre empezó a contactar con los inquilinos próximos a finalizar su contrato de arrendamiento, ofreciéndoles renovaciones a un precio mucho menos económico del que disfrutaban.
Tras ello, nació la Asociación de afectados por la venta de vivienda pública de la EMVS, que reúne a los agraviados para luchar conjuntamente contra el cambio de condiciones. Pero unos vecinos de la calle Salvador Allende han ido más allá y desde este mes de abril se reunieron para elaborar un calendario de 2015 para visualizar su problemática.
Tras ocho meses, muchas reuniones y el excelente trabajo profesional del fotógrafo Alberto García Herranz han publicado el calendario. Trece fotografías de gran calidad y en blanco y negro de trece inquilinos en sus viviendas, con sus correspondientes unidades familiares.
En las instantáneas aparece desde Claudia, con tan sólo tres años, hasta Pilar, que ha pasado de la cincuentena. Y cada uno ha elegido una frase que resume su situación de desamparo, abandono y cabrero.
La mensaje central Sin ropa para no vivir sin casa, se acompaña de otros mensuales como Si luchamos podemos perder, pero si no luchamos estamos perdidos, Yo me quito la ropa para que a mis sobrinos no les quiten sus derechos, Cuando perdemos el miedo, el poder empieza a temblar o El cómplice de la corrupción es nuestra propia indiferencia.
El cambio de condiciones se produce al cumplirse los diez años de contrato, ya que las primeras promociones de dichos pisos fueron entregadas entre 2003 y 2005. Llegada la fecha, representantes de los inquilinos se han empezado a reunir con los inquilinos para comentarles las subidas. Si no las aceptan, tendrán que irse o si no comenzarán los procesos judiciales de desahucio.
Sólo en el PAU de Carabanchel hay 300 familias que viven la misma situación, ha explicado Arancha Mejías, presidenta de la Asociación de afectados por la venta de vivienda pública de la EMVS.
Y mientras se dirime la querella presentado por la asociación, las familias de este edificio de Carabanchel siguen vendiendo los calendarios a diez euros. En un principio, han sacado una tirada de 500 ejemplares, de los que han vendido ya más de 300. Lanzarán una nueva edición en caso de que continúen los pedidos. El dinero recaudado será donado a personas en situación de desahucio y en especial necesidad de Carabanchel.