Euskadi impulsa un nuevo modelo de cuidados sociales y presenta actuaciones concretas ya en marcha

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PRUEBA
  • Desfeminizar y desfamilizar el cuidado, así como afrontar el reto demográfico se presentan como los principales desafíos
  • Solo en los próximos tres años las instituciones vascas invertirán más de 116 millones de euros

Donostia-San Sebastián, 11/02/2022

El Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales ha presentado este viernes en Donostia-San Sebastián las bases del nuevo modelo de cuidados sociales hacia el que ya transita Euskadi. Un modelo que, como ha señalado la consejera Beatriz Artolazabal, pasa por “ir todas y todos a una y organizarlos socialmente bajo el liderazgo del sector público”. Los retos más inmediatos, ha destacado, son: la desfeminización y desfamilización del cuidado. “El contexto social que afrontamos y la igualdad de oportunidades reclaman que organicemos socialmente los cuidados. Que los visibilicemos, los valoremos y los repartamos de otro modo, entre mujeres y hombres, y también, entre las familias, la iniciativa social, las empresas y las administraciones públicas”.

Son varias las iniciativas que las instituciones ya han puesto en marcha en Euskadi. La viceconsejera de Asuntos Sociales, Lide Amilibia, y la diputada de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa, han desgranado y explicado una buena parte de los proyectos más inmediatos sobre los que se asienta la transición al nuevo modelo, como los proyectos del Gobierno Vasco: Altxor 7.0, Helduak Zabaltzen, Bizitza Betea o la creación de una APP y un teléfono para atender a personas cuidadoras en Euskadi.

La jornada ha contado con la apertura institucional del diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, quien ha manifestado que “garantizar la protección y los cuidados de todas las personas” es y será una de los desafíos “fundamentales” que afronta la sociedad. Se trata de un reto en el que las instituciones, según ha indicado, llevan “tiempo trabajando”, por lo que ha abogado por “acelerar” la transformación hacia unos cuidados sociales que ahonden en cuatro principios: “la personalización, la conexión con la comunidad, la innovación y la colaboración deben guiarnos en las políticas sociales dirigidas a los cuidados de las personas más vulnerables”, ha afirmado.

En este sentido, Olano ha abogado por desplegar una “agenda innovadora” y hacerlo “desde la colaboración con todos los sectores” implicados, tal y como plantea Gipuzkoa y Euskadi en su conjunto. Como muestra de ese dinamismo, ha puesto como ejemplo los Ecosistemas Locales de Cuidados impulsados en diversos municipios del territorio, la adaptación de las residencias de mayores hacia unidades de convivencia más reducidos, la transformación de atención domiciliaria a las personas mayores y dependientes, así como la mejora de la atención integrada para las mujeres víctimas de la violencia machista.

Coloquio

Tras estas palabras ha tenido lugar un coloquio abierto entre la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, y la profesora de investigación ad honorem del CSIC, María Ángeles Durán en torno al estado del bienestar y al cuidado que necesitamos. Ambas han coincidido en que el nuevo modelo por el que apuesta Euskadi y que supone la coordinación de los cuatros sectores bajo el liderazgo de las administraciones públicas vascas “es el más factible y el que mejor se adapta a la realidad vasca para dar respuesta a sus necesidades y avanzar en el estado del bienestar”. Asimismo, han advertido que “cambios tan ambiciosos como los que conlleva este nuevo modelo requieren de políticas a medio y largo plazo. Los resultados no se ven de manera inmediata”.

“Somos las personas quienes cuidamos a las personas. Es una idea básica, pero imprescindible. Somos las personas quienes cuidamos y somos cuidadas. Pero también conformamos sociedades e instituciones responsables de organizar los cuidados. Instituciones sociales como la institución familiar que, en su evolución y diversidad, siempre ha ofrecido cuidados. E instituciones públicas que consolidamos derechos y desplegamos sistemas de cuidados sociales, sanitarios o educativos orientados al bien común”, ha destacado Artolazabal.

Por otra parte, el Asesor de Políticas Sociales, Rafael Lopez-Arostegui, ha detallado desde el punto de vista técnico cuáles son las características principales del modelo, no sin antes definir qué son los cuidados sociales: “Son los apoyos relacionales, de personas a personas, orientados a facilitar la integración social con la máxima autonomía posible.”

El nuevo modelo tiene como objetivos las denominadas cuatro erres:

  • Reducir la proporción que representa el cuidado familiar al reforzar el cuidado institucional
  • Redistribuir los cuidados, aumentado la responsabilidad de los hombres en el cuidado familiar y en el cuidado en general
  • Reconocer, valorar y dignificar el trabajo de cuidados
  • Representar y dar voz a quienes realizan este trabajo

“El nuevo modelo de cuidados a lo largo de la vida se desplegará progresivamente y vendrá de la suma de impulsar la responsabilidad pública, apoyar a las familias y comunidades, promover la solidaridad organizada y regular la actividad económica en los cuidados sociales”, ha señalado.

De esta manera, ha añadido, “todos los agentes trabajaremos de forma coordinada a lo largo del ciclo vital de las personas, para mejorar los apoyos relacionales para la integración social con autonomía que necesitamos en la infancia o la adolescencia (prevención, protección y promoción de los derechos), cuando somos mayores en situación de dependencia y en los momentos de tránsito, ya sea en la juventud (emancipación y tránsito a la vida adulta) o alcanzada la edad de jubilación (promoción de la autonomía, el talento y la participación social y prevención de la dependencia).

“Los cuidados sociales son responsabilidad de toda la sociedad”. Apostamos por desfeminizar y desfamilizar los cuidados, organizándolos socialmente, desde el liderazgo público y la colaboración de las familias, la comunidad, el tercer sector social y las empresas, ha concluido Lopez-Arostegui.