La USAL participa en la misión científica del satélite SMAP

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PRUEBA

smapEl Grupo de Recursos Hídricos de la Universidad de Salamanca (HIDRUS) participará activamente en la misión científica del satélite SMAP que la NASA pondrá en órbita el próximo 29 de enero para fines de investigación medioambiental.

El principal objetivo de SMAP, que se prevé tenga una duración de tres años, será proporcionar a la comunidad científica un preciso mapa de la humedad y de los recursos hídricos del planeta con múltiples aplicaciones para la investigación en el campo de la climatología, la agricultura, la meteorología o los riesgos naturales, entre otros.

HIDRUS formará parte del equipo de calibración y validación del satélite y la zona experimental, junto con su red permanente de estaciones para la medición de humedad del suelo (REMEDHUS), que el grupo de investigación posee en la comarca zamorana de La Guareña, ha sido seleccionada como una de las áreas de trabajo de la misión.

El director de HIDRUS, José Martínez, ha explicado que “nuestra labor consistirá en medir sobre el terreno la misma variable que mida el satélite desde el espacio y contrastar, así, la información recibida con la real registrada por nosotros en la estación”.

La participación de HIDRUS en este proyecto científico surge como consecuencia de trabajos anteriores realizados en el mismo campo de acción. Su red de estaciones de medición de humedad del suelo lleva funcionando desde 1999 y ya desde principios del año 2000 desarrollan colaboraciones para la validación y calibración de satélites con la Agencia Espacial Europea (ESA).

Fruto de este trabajo y de la experiencia acumulada “la NASA decide contactar con nosotros para incluir nuestra zona experimental y al grupo de científicos de la Universidad de Salamanca en el equipo de labores de calibración y validación de su programa científico SMAP, equipo en el que participan múltiples grupos de investigación internacionales”.

SMAP

La diferencia de SMAP respecto a otros satélites es que es el primero que será enviado al espacio “con la finalidad exclusiva de medir el agua que hay en el suelo, una variable muy demandada por sus múltiples aplicaciones en diferentes campos y todas ellas de primer interés”, subraya el científico. La información que proporcione es de primer orden en asuntos relacionados con los modelos de gestión de los recursos hídricos o como elemento clave para entender cómo funcionan los sistemas naturales y poder abordar problemas acuciantes como el cambio climático.

Gracias al satélite “podremos obtener esa variable a cualquier escala, espacial o temporal. Nos permitirá tener un mapa completo de toda la superficie del planeta cada dos o tres días”, añade el responsable del grupo de investigación.

FASES DEL PROGRAMA

El programa constará de diversas fases. La primera de ellas, denominada “de comisionado”, tendrá una duración de tres meses y su finalidad es realizar un chequeo continuo del funcionamiento del satélite desde el punto de vista técnico y de la información que recoja. A partir de entonces, y por un plazo de dos años, comenzará la fase de calibración y validación en la que participan los científicos de la Universidad, cuya actividad fundamental será la comprobación de las mediciones realizadas por el satélite en REMEDHUS cotejándolas con las efectuadas ‘in situ’ por ellos mismos en la estación.