Los restos mortales del cabo Francisco Javier Soria Toledo, fallecido el miércoles en Líbano en un enfrentamiento entre Hezbolá y las Fuerzas de Defensa israelíes, serán repatriados este jueves y está previsto que lleguen esta tarde a la base de Morón de la Frontera, en Sevilla.
El avión del Ejército del Aire encargado de la repatriación ha partido poco después de las 3.00 horas de este jueves rumbo a Beirut, donde está previsto el traslado del cuerpo desde la base española situada en Marjayun.
Francisco Javier Soria, de 36 años, casado y sin hijos, y que estaba destinado en la Brigada «Guzmán el Bueno» X de Córdoba. Formaba parte de las Fuerzas de la ONU para el Líbano (FINUL). Murió ayer en el sur de El Líbano como consecuencia de un bombardeo israelí contra la zona de Abasiya.
Los militares españoles de la FINUL, que actualmente forman un contingente de 580 efectivos, mantienen el control del sector Este del sur del Líbano desde la guerra de 2006, que se saldó con 1.500 muertos del lado libanés, en su mayoría civiles, y unos 164 del israelí, principalmente miembros de las fuerzas armadas.
Soria, natural de Málaga, ingresó en las Fuerzas Armadas en 2004, se encontraba en Líbano desde el pasado noviembre, aunque era la segunda vez que participaba en la misión de Naciones Unidas en Líbano.
En el cuartel de Cerro Muriano tendrá lugar mañana, viernes, a mediodía el funeral, al que está previsto que asistan tanto el ministro de Defensa, Pedro Morenés, como el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Fernando García Sánchez. En este acto de despedida, el ministro impondrá al cabo la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo.