El 10 de mayo el Instituto Nacional de Estadística (INE), en colaboración con el Ministerio de Justicia, ha publicado el documento: Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género en su informe anual, cuya fuente es el Registro Central para la Protección de las Víctimas de la Violencia Doméstica (VD) y de Género (VG). A pesar de presentar los resultados de las dos formas de violencia en un mismo documento, se explican ambos conceptos y las cifras refuerzan la diferencia entre ellos.
La violencia es una expresión de poder y dominación entre personas, cuando hablamos de VG, esa supremacía se enmarca en la desigualdad de género y el concepto machista de no aceptar la libertad de las mujeres y mantenerlas encasilladas en sus mandatos de género: cuidado y servicio, estar y ser para el resto. Legalmente se considera la violencia ejercida por hombres con una relación sentimental, actual o pasada y con o sin convivencia. Es una violencia recibida por el único hecho de ser mujer.
La VD es aquella perpetrada por hombres o mujeres sobre familiares: descendientes, ascendientes, etc., excepto casos definidos en VG. Las víctimas denunciantes son mayoritariamente mujeres (61,4%), con más frecuencia en el grupo de edad menor a 18 años y los victimarios mayoritariamente hombres (72,5%). Cerca del 70% de los casos son entre padres/madres y descendientes, denunciando VD en ambas direcciones prácticamente al 50%. A pesar de que requiere un análisis centrado en las relaciones de poder intrafamiliares, se desprende la mayor vulnerabilidad del sexo femenino y mayor uso de la violencia por hombres.
Respecto a los datos de VG a nivel estatal llama la atención un aumento del 3,2% del número de mujeres víctimas que denuncian respecto a 2020, año muy atípico por las condiciones de la emergencia sanitaria que exigieron más resistencia a las mujeres, con menor margen de maniobra tanto para denunciar, como para tomar decisiones de ruptura, ante las que los hombres responden con más intensidad. Destacar también el ascenso de varones jóvenes denunciados, que sube un 70,8% en menores de 18 años y un 15% entre los de 18-19 años. Los mayores incrementos, que pueden tener una lectura de preocupación por el aumento, pero también de mayor conciencia de las mujeres jóvenes en detectar y no consentir unos modelos de relación afectiva basados en el control.
En Euskadi, a pesar de que es la zona con menor tasa estatal de mujeres que denuncian ser víctimas, con un 0,6 por 1000, hay que destacar que se ha elevado el número desde 2020 en un 9,8%. En el siguiente cuadro se comparten cifras de nuestra comunidad del trienio 2019-2021.
EUSKADI | 2019 | 2020 | 2021 |
Mujeres bajo Órdenes de Protección | 716 | 559 | 614 |
Denuncias iniciadas | 717 | 558 | 610 |
Condenados por sentencia firme | 1486 | 1078 | 1358 |
Desde el grupo Género y Salud animamos a la conciencia colectiva a dimensionar el problema y, en concreto, al ámbito sanitario a la prevención, detección y tratamiento adecuado de los casos. Es nuestra responsabilidad, pues estas cifras son sólo una parte de la terrible realidad.
Enlace al resumen del documento:
https://www.ine.es/prensa/evdvg_2021.pdf
En el espacio Género y Salud se ofrece múltiple documentación sobre VG
Artículo Equipo Género y Salud