Oviedo distinguida como «Ciudad de la Ciencia y la Innovación»

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PRUEBA

El Alcalde recoge en Burgos esta distinción e insta a seguir trabajando en materia de innovación, excelencia y conocimiento «para hacer de Oviedo una ciudad sexy, donde todos quieren vivir, donde las empresas quieren instalarse, una ciudad que genera ilusión y bienestar, una ciudad que ha sabido encontrar su atractivo natural y ha sabido sacarse el mejor partido». 

El alcalde, Agustín Iglesias Caunedo recogió ayer en Burgos el premio que acredita a Oviedo como «Ciudad de la Ciencia y la Innovación 2014», un reconocimiento que fomenta la innovación en nuestra ciudad. Comparten esta distinción los consistorios de  Alzira, Ávila, Molina de Segura, Ontinyent, Palencia, Sant Feliú de Llobregat, Santiago de Compostella, Alcalá de Henares, Logroño, Mataró, Pamplona, Sabadell y San Cristóbal de La Laguna. Al acto, además de Caunedo, asistió la secretaria de Estado de I+D+I, Carmen Vela, que entregó las distinciones, impulsadas por el Ministerio de Economía y Competitividad » para promover la innovación en los ayuntamientos, un aspecto clave para alcanzar los objetivos europeos de la estrategia europea Horizonte2020″.
En representación de los ayuntamientos galardonados fue el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo el encargado de pronunciar unas palabras de agradecimiento. El primer edil, tras nombrar a las autoridades presentes y a los responsables municipales de esta red de distinciones, la Red INNpulso, comenzó su intervención reflexionando sobre los sistemas de redes complejas: «del genoma a los transportes, de Internet a los mercados, de los ecosistemas al análisis de las enfermedades, hace ya tiempo que las nuevas investigaciones han empezado a poner el foco en los sistemas de redes complejas, en los análisis integrales que no hablan tanto de problemas concretos como del contexto en el que estos se generan y de su relación con otras cuestiones y condicionantes. Las ciudades, los municipios, no somos para nada ajenos a este nuevo enfoque. Al revés, el ecosistema, el análisis integral en red, se ha mostrado como una de las herramientas más eficaces en los sistemas más avanzados de gestión. Es en ese sentido en el que la Red INNpulso del Ministerio de Economía y Competitividad premia los esfuerzos de nuestras ciudades en el desarrollo de estos ecosistemas de emprendimiento e innovación. Es una forma de reconocer nuestro compromiso en la creación de ventajas competitivas en nuestras ciudades a través del capital intelectual y la innovación en las infraestructuras, con un fuerte componente científico, tecnológico e innovador».
Porque, en opinión del Alcalde, «cuando gestionamos y analizamos en red, nuestra principal herramienta es la innovación y la creatividad, y la materia prima de la que se alimenta ese proceso transformador económico y social es la Ciencia y la Tecnología. Con todos esos mimbres, lo que podemos y debemos hacer los que tenemos la responsabilidad del gobierno de las ciudades, es la generación de un ecosistema innovador que contribuya a la supervivencia de las Pymes y facilite nuevas iniciativas tecnológicas y emprendedoras. Eso, en ocasiones, se consigue también con la puesta en marcha de nuevas infraestructuras que apuesten sin reservas por el I+D+i».
En Oviedo, indicó Caunedo, «tenemos varios ejemplos. Hemos visto en los últimos años como nuestro centro de coworking y talento emprendedor del Talud de la Ería iba dando frutos y generando nuevas y atractivas iniciativas empresariales. También hemos logrado poner en funcionamiento un vivero de empresas de la Salud vinculado ahora al Centro Europeo de Empresas e Innovación. Pero, sin duda, nuestra gran esperanza y nuestra mayor apuesta por la  Investigación, el desarrollo y la innovación es el centro de empresas InnovaLab que ya estamos construyendo con la cofinanciación de la Unión Europea a través de los fondos Feder dedicados al Desarrollo Regional. Me van a permitir que le dedique unos minutos a detallar este proyecto porque creo que ilustra a la perfección buena parte de los problemas y los objetivos cuyo análisis y consecución nos han reunido hoy aquí. El edificio del InnovaLab se está levantando en el corazón del barrio de Ventanielles de Oviedo. Es en este contexto en el que el InnovaLab está llamado también a funcionar como un equipamiento de acupuntura urbana. El objetivo de esta nueva infraestructura es el crecimiento: Crecimiento inteligente, favoreciendo la economía del conocimiento y la innovación; crecimiento sostenible, con un uso eficaz de recursos y favoreciendo la economía verde; y crecimiento integrador, con un alto nivel de cohesión social y territorial. Todos estos parámetros con los que se ha pensado este InnovaLab, y que se pondrán en práctica para su construcción y para la gestión del centro, también afectan al proyecto arquitectónico del edificio. El InnovaLab se presenta como un edificio dedicado a albergar un Centro para el Fomento de la Innovación y el  Emprendimiento cuya singularidad afecta a su concepción como  «edificio de consumo de energía casi nulo» que cumpla las exigencias planteadas en  la Directiva Europea relativa al fomento de Eficiencia Energética de los Edificios. Inteligencia arquitectónica e inteligencia de gestión».
El proyecto ‘Oviedo Emprende’ «que acogerá esta nueva infraestructura dispondrá de un área de encuentro y networking, otra de creatividad, aprendizaje y prototipado equipado con las tecnologías adecuadas al nuevo horizonte tecnológico, otra de acompañamiento e incubación y, finalmente, otra específica para el alojamiento empresarial. Como supondrán todos ustedes, esperamos mucho de este edificio y de la transformación que puede suponer para el barrio de Ventanielles. Ese es el trabajo sobre las redes complejas, esa es la estrategia de acción de onda expansiva que la innovación y la creatividad puede provocar en nuestras áreas urbanas. Ese, estamos convencidos, es el verdadero significado de la palabra inteligencia cuando la decimos en inglés y para referirnos a las ciudades. Hay otras acepciones relacionadas con las «smart cities», es cierto, y Oviedo tampoco es ajena a ellas. Son las referidas, principalmente, a la eficiencia, a la optimización y a la capacidad de mejorar nuestras herramientas de análisis. Oviedo cuenta, en ese sentido, con un ambicioso proyecto smart que incluye un plan de movilidad urbana sostenible y nuevas herramientas de gestión basadas en principios de calidad ambiental, competitividad y universalidad del modelo de ciudad».
La eficiencia energética, a juicio del Alcalde, «es una de las líneas de actuación de primera línea y en ese aspecto estamos renovando e instalando nuevos contadores inteligentes, un sistema de iluminación más sostenible y, en conjunto, una gestión de los recursos muchísimo más eficaz que ya se está traduciendo en ahorros considerables, mayor eficacia y más satisfacción de los ciudadanos. Ellos son receptores de estas nuevas políticas de gestión pero también tienen que estar integrados en el corazón de los nuevos sistemas. Quiero decir que sin la capacidad de involucrar a toda la comunidad, si no somos capaces de crear consenso, si no somos transparentes y ponemos toda la maquinaria al servicio de la participación real, nunca lograremos ser modernos, innovadores ni inteligentes. La inteligencia colectiva es el mayor activo de nuestras ciudades. La potencia de la suma de todas las visiones de cuidad que puede aportar cada uno de los ciudadanos es comparable a la mejor de las gestiones de minería de datos que podamos lograr con los mejores sistemas de análisis de Big Data».
«Si logramos escuchar con atención a todos nuestros ciudadanos y abrir canales donde sus preocupaciones o sugerencias puedan tener recorrido, ponerse en contexto y desarrollarse, habremos conquistado una nueva etapa en materia de innovación, excelencia y conocimiento», añadió Caunedo, al tiempo que reflxionaba: «Si somos innovadores, si logramos poner en marcha infraestructuras dinamizadoras, si gestionamos bien nuestros recursos, si somos sostenibles y si logramos involucrar a toda la ciudadanía en este cambio hacia la gestión moderna de nuestras ciudades estaremos logrando crecimiento, porque haremos más atractivas nuestras ciudades a las empresas, al dinero, al talento. Esa atracción, que parece el fin último de todos estos procesos, es lo que yo llamo «la ciudad sexy». Ese es el modelo que quiero para Oviedo. Una ciudad sexy es una ciudad donde todos quieren irse a vivir, donde las empresas se sienten mejor al instalarse allí, una ciudad que genera ilusión y bienestar, una ciudad que ha sabido encontrar su atractivo natural y ha sabido sacarse el mejor partido. Esa es la ciudad sexy, una traducción eficaz de todo lo que significa tener el talento, la innovación y la capacidad. Y juntos lo lograremos. Gracias».