Los recortes presupuestarios impuestos por la Junta de Castilla y León y la tasa de reposición propuesta por el Gobierno (que impide cubrir la mayor parte de las vacantes de los profesores que decidan retirarse) han subido la media de edad no sólo del profesorado sino también del resto del personal de la Universidad de Salamanca. Según explicó ayer el sindicato FETE-UGT, más de un 30% de los profesores supera los 60 años, acercándose peligrosamente a la edad de jubilación. Además, cerca de un 25% del personal no docente sobrepasa los 55. Este envejecimiento de la plantilla ha convertido a la Usal en una de las instituciones universitarias más envejecidas de España.
Otro obstáculo que está teniendo que salvar la institución salmantina para seguir con su camino es la caída en el número de alumnos. En los últimos cuatro cursos (de 2011 a 2015), se registraron 2.849 matrículas menos. Detrás de este desplome se encuentra la subida de las tasas universitarias que ha convertido a la Universidad de Salamanca en una de las más caras de nuestro país. Tampoco han ayudado la concesión de menos becas a los alumnos ni la disminución de su cuantía a los estudiantes que sí que las recibieron, ya que el año pasado percibieron 800 euros menos de media. Según los datos que maneja UGT, esta pérdida de alumnos puede traducirse este curso en 1.500 matriculaciones menos.
Para solventar esta situación “insostenible en el tiempo”, FETE-UGT ha presentado ante el Consejo de Gobierno de la Usal un documento en el que se plasma todo lo que, a su juicio, habría que cambiar en la Universidad. Entre otras medias, el sindicato cree que la solución pasaría por reducir el precio de las matrículas y establecer un nuevo sistema de becas autonómico en el que se relajen las condiciones exigidas para recibir la ayuda, se aumente el presupuesto destinado a éstas y también crezca el número de alumnos que las reciben.
El colectivo aprovechó la ocasión para incluir en este escrito su rechazo al modelo 3+2, presentado el mes pasado por el Ministerio de Educación, por el que se combinarían grados de tres años de duración con másteres de dos años. El 3+2 reformaría de nuevo el sistema educativo universitario y obligaría a la universidad a cambiar sus planes de estudio, lo que supondría, según UGT, “una carga inasumible”.
Otra propuesta expuesta en el documento y que afectaría directamente a los empleados de la Usal es la que insta a acabar con las tasas de reposición impuestas por el Gobierno. También se propone crear medidas que aporten mayor seguridad a los trabajadores más afectados por los recortes y cuya situación laboral es ahora precaria.