Un estudio del CES detecta que los sectores implicados no conocen bien la Estrategia Marítima Atlántica europea

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A pesar de la tradicional vinculación de la actividad económica y social de las regiones atlánticas europeas con el mar, buena parte de los sectores que forman la economía marítima de estas regiones no conoce bien la Estrategia Marítima Atlántica, el instrumento comunitario de colaboración y financiación en este ámbito. Esta es una de las conclusiones del estudio que ha elaborado la organización de los consejos económicos y sociales de las regiones atlánticas (Red Transnacional Atlántica) a través de encuestas a los distintos actores y operadores –empresas, organizaciones, investigadores, administraciones…– de los diferentes territorios.

En el caso de Galicia, las respuestas al cuestionario distribuido por el CES muestran que el conocimiento que se tiene de la estrategia es desigual. Mientras que los centros de investigación y los clusters y asociaciones de grandes industrias del sector pesquero sí conocen y valoran la estrategia y sus posibilidades, en particular en forma de colaboración suprarregional, los actores englobados en sectores con empresas de dimensiones más reducidas apenas la conocen y además carecen de la estructura necesaria para presentar proyectos a nivel europeo.

El documento, titulado “Condiciones para la efectiva realización práctica de la Estrategia Marítima Atlántica: apropiación, implementación y papel de la sociedad civil”, tiene como objetivo establecer el grado de conocimiento que tienen los actores u operadores de la economía marítima atlántica y reflexionar sobre los instrumentos de sensibilización y movilización necesarios para llegar a los protagonistas implicados en su desarrollo. El estudio se aprobó hoy en Nantes (Francia), en una reunión del Comité de Orientaciones de la RTA, el órgano ejecutivo de esta asociación.

En su intervención en la sesión, la presidenta del CES de Galicia, Corina Porro, destacó la necesidad de analizar y definir los instrumentos más eficaces para que la estrategia llegue y sea asumida por sus potenciales beneficiarios. En ese sentido, defendió el papel que pueden jugar organismos como el Consello Económico e Social y homólogos, pues representan a la sociedad civil, están muy próximos a la realidad en cada uno de sus territorios y pueden desempeñar un rol de transmisores de las demandas y necesidades de sus ciudadanos.

Porro también señaló que, en el caso de Galicia, resulta de especial importancia que el conocimiento de la estrategia y sus posibilidades lleguen a todos los sectores, por la tradicional vinculación de la comunidad con las actividades marinas y marítimas.

Con este trabajo, los consejos económicos y sociales del arco atlántico agrupados en la RTA contribuyen a la revisión del desarrollo de la estrategia a medio plazo y a definir políticas que permitan salvar algunas de los problemas o debilidades detectadas. El estudio será ahora publicado y remitido a distintas instancias del máximo nivel comunitario –entre otras, la propia Comisión, el Parlamento Europeo…– en aplicación del principio de máxima cooperación como pilar fundamental de la estrategia atlántica.

Impulsar la economía azul

Revitalizar la económica marítima y marina en la región atlántica continental es el objetivo de la estrategia comunitaria en este ámbito. La Comisión pretende contribuir al crecimiento sostenible de las regiones costeras y a impulsar la “economía azul”, que podría generar hasta siete millones de empleos en Europa hasta el año 2020.

La Estrategia Marítima para el Espacio Atlántico europeo pretende garantizar, a través del desarrollo y creación de sinergias en áreas como la energía, la explotación de los fondos marinos, la pesca, el transporte o el turismo, una utilización racional y eficiente de los fondos disponibles. Estas actividades deberán ser compatibles con el equilibrio ecológico y medioambiental del océano Atlántico.

La región atlántica acoge numerosas actividades marítimas, tanto tradicionales, como la pesca, la acuicultura, el turismo o el transporte marítimo, como nuevas actividades emergentes, entre las que destacan las energías renovables o la biotecnología marina. Los cinco Estados miembros atlánticos –Irlanda, Francia, Portugal, Reino Unido y España– son animados a colaborar para compartir información, costes, resultados y buenas prácticas.

El plan de acción que debe plasmar la estrategia contiene cuatro prioridades fundamentales: fomentar el espíritu empresarial y la innovación; proteger, reforzar y mejorara el entorno marino y costero; mejorar la accesibilidad y la conectividad; y crear un modelo de desarrollo regional sostenible y socialmente integrador. En conjunto, se trata de aprovechar su enorme potencial para el futuro desarrollo sostenible de Europa. Con el plan de acción actualmente en marcha se busca contribuir al “crecimiento azul” de la Unión Europea y favorecer la colaboración regional para fomentar el crecimiento sostenible y la creación de empleo.