Tres chilenos han desarrollado un dispositivo de bajo costo que transforma el aire en agua potable.
«Queremos que el agua llegue a todo el mundo y que esté disponible en cualquier localización geográfica. Hemos creado una solución auto sustentable, que no requiere de la energía convencional y que utiliza una fuente alternativa renovable, e ilimitada: el aire».
FreshWater tiene un costo de producción de alrededor de mil dólares y los fabricantes intentan ahora llevarlo a 300 dólares para encontrar financiación más rápidamente.
FreshWater podría convertirse en un invento revolucionario a nivel mundial por su capacidad de convertir el aire en agua. Es un pequeño aparato que en su fase de royecto consiguió el premio Star-Up Chile 2014.
Obtener agua pura del aire fue una meta que se propuso el ingeniero Héctor Pinto en calidad de líder del colectivo que trabajó en la iniciativa. La razón esencial es que la hija de Pinto no puede consumir sodio, un elemento profuso en el agua, mientras que el líquido vital a partir del aire llega más purificado.
FreshWater es capaz de recolectar hasta 35 litros de agua al día, y funciona conectado a una fuente de electricidad de 220 voltios o a través de una fuente solar. El ingeniero eléctrico Carlos Blamey, uno de los fundadores de FreshWater, explica que el dispositivo puede suministrar el agua necesaria para una familia durante más de un día.
El sistema recupera el agua suspendida en el aire mediante la condensación. Posteriormente, el agua capturada es filtrada, purificada y esterilizada. Una suerte de réplica del proceso natural de la lluvia.
Blamey contó que cuando lo instalaron en el desierto de San Pedro de Atacama, en un día recolectó hasta nueve litros de agua y cuando se probó en Valparaíso recogió casi 25 litros. Esta máquina logra filtrar en ambientes con contaminación, por lo que funciona perfectamente en ciudades.