Encuentran en Cantabria valiosas pinturas del paleolítico

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PRUEBA

cuevaSe han encontrado en una cueva del Desfiladero de La Hermida, en la localidad cántabra de Peñarrubia.

Figuras geométricas, manchas, discos y signos ocres o rojizos, posiblemente del período Paleolítico, se han descubierto en la cueva Aurea Nota, en el Desfiladero de La Hermida, sobre el coto de pesca denominado El Infierno, a unos 50 metros sobre el río Deva.
Se baraja la idea de que estas pinturas datan del período Paleolítico, probablemente de la cultura premagdaleniense.

El Gobierno manifiesta que el interés patrimonial y científico del conjunto es muy elevado y recalca que la cueva Aurea Nota es el primer sitio con arte rupestre paleolítico documentado en el sector cántabro del valle del río Deva. La cueva se ha protegido de forma inmediata.

Se trata, además, de uno de los situados más al interior de la región, “lo que supone una notable aportación al patrimonio cultural de Cantabria”.
El espacio subterráneo es bastante angosto, de topografía descendente, y está configurado por pasillos estrechos y salas de reducidas dimensiones.
En los suelos se observan restos de fauna de cronología contemporánea, en ocasiones parcialmente cubiertos por concreción estalagmítica.
Las paredes son lisas y blancas por precipitación de una fina capa de calcita y constituyen un excelente soporte para la decoración parietal.

Las figuras de las que se tenía conocimiento por las fotografías proporcionadas por los espeleólogos que han avisado de las pinturas, ubicadas en la salita más profunda, son sendas composiciones geométricas a base de hileras de puntos realizados mediante aplicación de colorante con la yema de los dedos.

Se trata de un signo en disposición vertical y forma general ondulante, que arranca en su parte superior por una hilera de puntos que luego se bifurca dando una morfología general fusiforme, y una sencilla línea vertical de cuatro puntos superpuestos.

Se observa en la misma sala otra hilera horizontal en arco, otro punto aislado y varias manchas de color, todo ello en tono rojo.

En el pasillo que asciende hacia la salida, en la pared izquierda en dirección a la entrada, se aprecia un disco de color rojo, realizado aparentemente mediante la técnica de soplado.

Un poco más hacia arriba, en una concavidad que da frente a la entrada, se vislumbra una composición compleja, elaborada también a base de hileras de puntos de tono rojo, que parece combinar formas geométricas de disposición horizontal y vertical.

Por último, en un angosto pasillo que comunica con el vestíbulo y que constituye el acceso más directo desde allí hacia al interior de la cueva, se aprecian varios puntos y manchas de color rojo, difícilmente discernibles pero que anuncian la presencia de otro panel de considerable complejidad.

El Gobierno de Cantabria señala que hay una gran diferencia en el estado de conservación de los paneles decorados más próximos a la boca de la cueva, prácticamente perdidos, y los que se sitúan en la salita inferior, excelentemente preservados.