Más de una década de obras y promesas se materializó este jueves en la inauguración del Museo Textil de la salmantina ciudad de Béjar. El evento contó con la presencia de María Josefa García Cirac, presidenta de las Cortes de Castilla y León, como invitada de honor que destacó que este acto era “una gran ocasión para recordar el glorioso y rico pasado de una ciudad industrial que fue punto de referencia nacional en la fabricación de paños”.
El alcalde de la ciudad textil, Alejo Riñones, y las procuradoras regionales, Purificación Pozo y Ana Muñoz de la Peña, tampoco quisieron perderse la ocasión de mostrar a los bejaranos el aspecto final del museo, cuyos orígenes y construcción se remontan a finales del siglo pasado y que ha costado al erario público cerca de dos millones de euros.
Riñones comentó que lo que ayer se abrió al público no era sólo un museo, es “la historia de una ciudad (…), las máquinas que han marcado la vida de miles y miles de bejaranos porque en ellas dejaron lo mejor de su existencia”. El alcalde explicó que, además de dar fe de las alegrías que los telares proporcionaron a la ciudad, el Museo Textil será testigo fiel “de la tristeza de comprobar cómo poco a poco iban desapareciendo verdaderos imperios empresariales”.
La presidenta de las Cortes también quiso resaltar el trabajo que se ha llevado a cabo para que el museo esté finalmente a disposición de bejaranos y turistas y coincidió con Riñones sobre la misión evocadora del pasado del museo que hará que “siempre se tenga presente que la industria textil fue durante siglos el motor principal de la economía de Béjar”.
El Museo Textil se aloja en una antigua fábrica de la ciudad fechada en 1869 y dispone de 3.150 metros cuadrados de exposición. Cuenta con un tren turístico que lo une a la antigua estación de ferrocarril de Béjar a través de un túnel rehabilitado especialmente para este fin.