La ampliación de los colectivos susceptibles de beneficiarse de estos mecanismos -el Código de Buenas Prácticas (CBP), el Fondo Social de Vivienda (FSV) y la suspensión de los lanzamientos- además de las mejoras en la gestión y un mayor conocimiento de ellos ha impulsado su utilización. Es previsible que este número aumente tras la ampliación de beneficiarios incluida en el Real Decreto de Segunda Oportunidad.
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A lo largo de 2014 los datos muestran un importante incremento en las familias beneficiadas por el CBP. De las 22.998 solicitudes recibidas, en 9.728 casos se acordó la reestructuración de la deuda (un 275% más que en 2013) y hubo 2.829 daciones en pago (215% más que en 2013).
La progresiva mejor acogida de las medidas incluidas en el CBP se explica por las mejoras introducidas en la Ley 1/2013 de 14 de mayo que supusieron ampliar y flexibilizar las herramientas de protección. Previsiblemente estas cifras aumentarán en los próximos meses porque el RDL de Segunda Oportunidad aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 27 de febrero ha ampliado el ámbito de aplicación del CBP para ampliar el colectivo de posibles beneficiarios.
En concreto, se ha incrementado el límite anual de renta familiar hasta tres veces el IPREM (Indicador Público de Rentas Múltiples). Hasta ahora se calculaba por 12 pagas y ahora se hará por 14, con lo que pasa de 19.170,39 euros a 22.365,42 euros en 2015. Se amplían también los supuestos de especial vulnerabilidad, para incluir a los mayores de 60 años. Además, se ha elevado el límite de precio de adquisición de los inmuebles que podrán beneficiarse del CBP hasta 300.000 euros (250.000 euros para la dación en pago). Se ha establecido igualmente la inaplicación definitiva de las cláusulas suelo si las hubiere para los deudores protegidos por el CBP. Por último, se ha extendido hasta 2017 el período de suspensión de lanzamientos sobre viviendas habituales de colectivos especialmente vulnerables.