La llamada ‘Operación Glera’ acaba con la detención de 11 personas y la aprehensión de 12 kilos de droga.
La Guardia Civil ha desmantelado en Logroño el mayor laboratorio de adulteración y distribución de cocaína y speed localizado hasta la fecha en La Rioja. La llamada ‘operación Glera’ ha acabado con la detención de 11 personas y se han intervenido más de 3 kilos de cocaína, 5,5 kilos de speed y 4 kilos de marihuana. Según los cálculos del cuerpo, se ha impedido la salida al mercado de 32.417 dosis de cocaína, 21.704 de speed y 4.067 de marihuana.
Los agentes se han aprehendido también de 12 kilos de precursores y sustancias de corte, una pistola, 54.676 euros en efectivo, y otros enseres.
La Guardia Civil explica en una nota oficial que el núcleo central de la organización lo integraban tres hombres, dos españoles y un colombiano, y una mujer. Se trataba de una organización que adquiría cocaína de gran pureza y luego la «cortaba» para maximizar así la cantidad de dosis y el beneficio obtenido.
En total, los detenidos son 11, de los que cinco han ingresado en prisión. Durante la operación se han efectuado 18 registros: 1 en Málaga, 4 en Logroño, 3 en Villamediana de Iregua, 1 en Fuenmayor, 1 en Alberite, 1 en Villar de Torre, además de 3 lonjas anexas, 3 trasteros y 1 autocaravana.
La “Operación Glera” nace en junio de 2014, cuando agentes del cuerpo especializado en tráfico de drogas de la Guardia Civil empiezan a investigar a un varón residente en la localidad de Villamediana, del que sospechan que puede estar introduciendo grandes cantidades de droga en La Rioja.
La investigación llevó a concluir que el hombre era el responsable de un grupo criminal organizado, del que formaban parte además su compañera sentimental y otros dos varones residentes en Logroño.
También se localizan tres de las viviendas que utilizan los investigados de forma habitual en Logroño, concretamente en la Gran Vía, la zona de El Campillo y en la valle La Cigüeña, siendo esta última donde se cree que se ha instalado un laboratorio para la adulteración de cocaína y speed.
Durante once meses de investigación los agentes van perfilando “el modus operandi” de estas personas. Según la Guardia Civil, era el jefe del grupo el encargado de contactar con diferentes narcotraficantes de fuera de La Rioja (Galicia, Madrid, Cataluña), para comprar cocaína y speed.
Otro de los componentes era el que se desplazaba a recoger la droga, utilizando siempre el transporte público (autobús y tren), al objeto de pasar desapercibido y evitar cualquier tipo de control policial.
Cuando la droga llegaba a Logroño la red la cortaba y adulteraba en la vivienda de la calle Cigüeña (usando ácido bórico, cafeína, efedrina, acetona, lidocaína, amoniaco, fenacetina, éter dietílico…) para multiplicar la cantidad total antes de su salida al mercado, consiguiendo incrementar de forma exponencial sus ingresos.