Imanol Pradales: “Este proyecto que va a mejorar la calidad de vida de los 50.000 habitantes del distrito de Rekalde. La nueva variante abre nuevas e ilusionantes oportunidades para la reinvención del espacio urbano del barrio”.
El Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial ha aprobado la adjudicación de la redacción del proyecto para la construcción de la Variante de Rekalde (BI-10) a la UTE compuesta por Typsa, Fulcrum y Tekia. El presupuesto de adjudicación asciende a 5.805.580,06 euros (IVA incluido) y un plazo de inicial de redacción de 33 meses a partir de marzo de 2024.
El proyecto busca eliminar la barrera urbana que representa actualmente el tramo de la autopista A-8 en Rekalde entre la salida 115-116 (Zabalburu, Miribilla, Juan de Garay) y la salida 118 de San Mamés. Un viaducto de aproximadamente 1.800 metros que data del año 75 y que soporta un alto tráfico: una IMD de 87.212 vehículos, de los cuales 2.529 son pesados (2,9%).
Para el diseño de la nueva infraestructura, tanto el Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao como en el II Plan Territorial Sectorial (PTS) de Carreteras de Bizkaia prevén una variante de unos 2.230 metros lineales de nueva traza formada por dos calzadas separadas de tres carriles por sentido que discurren prácticamente en su totalidad en túnel. La futura variante y el derribo del viaducto permitirán impulsar la regeneración urbana, la recuperación de espacios de ocio y esparcimiento y reducir la contaminación y el ruido en todo el distrito de Rekalde.
«Este es un hito significativo en la transformación urbana de Bilbao: un proyecto que va a mejorar la calidad de vida de los 50.000 habitantes de este distrito de Bilbao y que responde a un modelo de desarrollo sostenible. Es un enfoque innovador que se concentra en las necesidades específicas de los entornos urbanos, buscando no solo fortalecer la conectividad, sino también reducir significativamente la contaminación acústica y ambiental. La nueva variante abre nuevas e ilusionantes oportunidades para la reinvención del espacio urbano del barrio. Al demoler el viaducto se liberarán nuevas áreas que pueden ofrecer a las y los vecinos de Rekalde lugares para el esparcimiento y el disfrute», ha asegurado el diputado de infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales.
Como resultado de la fase de redacción se definirá una solución que sea técnica, medioambiental y económicamente viable para el diseño y posterior construcción de la variante. Pradales ha subrayado que el plazo inicial de 33 meses es «una estimación que dependerá de cómo transcurran los sondeos y el plan medioambiental, que sabemos que requerirá de un trámite muy exigente».
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