Abre al público la tirolina sobre el Tajo en Toledo

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PRUEBA

La controvertida tirolina de Toledo se abrió ayer al uso público, estrenando una atracción de 183 metros de vuelo, paralelo al puente de San Martín, con una altura máxima de 20 metros sobre el Tajo, y un 6 % de desnivel, y con una velocidad que puede oscilar entre los 30-40 kilómetros hora, dependiendo del peso.

El tiempo de duración del salto varía en relación al peso del usuario, aunque la media ronda los treinta segundos. Quienes quieran deslizarse por la cuerda, tendrán un arnés de seguridad, recibirán instrucciones básicas por parte de un monitor y llevarán un casco con una pequeña cámara.

La empresa concesionaria del servicio, Zipline Toledo S.L., ha programado la apertura al público de 11:00 a 20:00 horas en verano y hasta las 18:00 horas, aproximadamente, en invierno, todos los días del año, al coste de 10 euros el salto normal y 15 euros dos saltos.

Para los toledanos y residentes en la ciudad, además de para los estudiantes, menores de 16 años y desempleados, se ha establecido un precio de diez euros con derecho a dos vuelos.
La previsión es que se podrían completar hasta 50 viajes a la hora sobre el río Tajo, siempre y cuando «haya suficiente flujo de monitores y todo vaya rodado», ha completado el responsable de una de las dos plataformas.

LICENCIA

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Toledo ha concedido la licencia para la puesta en uso de la tirolina instalada junto al Puente de San Martín y ha adjudicado la eliminación de barreras arquitectónicas en el barrio de Santa María de Benquerencia por importe de 112.886 euros. Según informó ayer el Ayuntamiento en una nota de prensa, la Junta de Gobierno Local ha concedido licencia a la empresa Zipline Toledo S.L. para la puesta en uso de la actividad «Gran Tirolina de Toledo», en la Bajada de San Martín.

QUEJAS
La plataforma ‘No a La Tirolina En El Puente San Martín de Toledo’, ha denunciado la muerte de varias garzas en el río Tajo, como consecuencia del cable de la tirolina.
Las han visto flotando corriente abajo por el agua por debajo del puente de la Cava. También han sabido de unos jóvenes pescadores que detectaron la caída de otra garza a tierra, aunque cuando fueron a buscarla para recuperarla, no la pudieron recuperar.

Los promotores de la plataforma explican que los animales no ven el cable a última hora del día y chocan en pleno vuelo. Hay días al atardecer, advierten, que el cable no se ve desde el puente de San Martín, y lo mismo les ocurre a los pájaros que por allí vuelan.
Ecologistas en Acción ya advirtió a su día al Ayuntamiento de que la tirolina sería un peligro para ciertas aves, como las garzas, que no vería el cable al anochecer.