Cuando todavía resuena el eco de los cuatro días de música vividos en Hondarribia, la organización del Hondarribia Blues Festival ha realizado un magnífico primer balance de esta décima edición, una ocasión que se había anunciado como muy especial y que ha cumplido o prometido.
A falta de las cifras exactas que facilitará el Ayuntamiento de Hondarribia en los próximos días, la asistencia de público a los cuatro días de conciertos, ha superado el volumen del pasado año, con llenos en todas y cada una de las actuaciones.
Desde el Ayuntamiento de Hondarribia, su alcalde, Txomin Sagarzazu, ha remarcado la importancia del certamen para la ciudad. “Hemos vuelto a ser un referente musical en Euskadi, en todo el Estado y también ha tenido eco en el ámbito internacional. Para nosotros es muy importante que así sea, tanto desde el punto de vista de promoción turística como porque liga a la ciudad con una propuesta cultural de mucha calidad.” “La asistencia ha sido mayor la esperada”.
Por su parte, Carlos Malles, director del festival, ha añadido que “ las nuevas propuestas de esta edición han tenido una acogida magnífica”.
El concierto pedagógico Kutxabank llenó el auditorio de Itsas Etxea con más de 400 asientos repletos de niños y padres que disfrutaron del taller que “inventó” para la ocasión el grupo Belceblues.
El nuevo escenario del puerto deportivo recibió también la afluencia de numeroso público. Por su parte, el seminario de guitarra cubrió sus 15 plazas y, a la vista de que la demanda ha sido mayor que la oferta de matrículas, el Bluesaldia repetirá, casi con toda seguridad, la cita para el próximo año.
“La valoración ha sido muy positiva. Vamos a ver si se puede repetir e incluso ampliar a otros instrumentos”, explica Malles.
La exposición “10 años de blues”, con una recopilación de imágenes del fotógrafo Alex Rodríguez Cruz, ha tenido una gran afluencia de público y ha recibido muy buenas críticas.
“El nuevo escenario en la calle San Pedro para certamen de jóvenes que hemos celebrado por primera vez de la mano de Kutxa Fundazioa ha sido también un acierto. Ha gustado mucho la iniciativa y vamos a ver si puede tener continuidad”. “Creo que la calidad de todos los artistas ha quedado demostrada”, concluye Malles, “el listón ha estado muy alto y todos hemos disfrutado mucho».
«Esta décima edición ha sido realmente muy especial y tenemos que agradecérselo tanto a los grandes artistas que han pasado por aquí, como a todo el público asistente. Los intérpretes siempre nos dicen que sienten el calor del público en Hondarribia, que se encuentran muy a gusto aquí y es porque el público sabe hacerles llegar su admiración y su respeto y, al mismo tiempo, disfrutar con ellos a tope”.
La climatología tiempo ha acompañado a esta décima edición y todos los conciertos han podido celebrarse según lo previsto.