La Diputación impulsa la revisión y adaptación de los PGOU de los 82 municipios de menos de 7.000 habitantes de Bizkaia

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El Departamento foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial ha ayudado a lo largo de 2024 a la revisión y aprobación definitiva de seis Planes Generales de Ordenación Urbana de los municipios vizcaínos de Ugao-Miraballes, Gorliz, Mendexa, Gordexola, Berriatua y Forua; seis nuevos PGOU, que se suman a los cuatro aprobados durante el ejercicio anterior en Markina-Xemein, Nabarniz, Zeberio e Ispaster.

Desde que en 2006 se aprobara la Disposición Transitoria de Suelo y Urbanismo, que establecía la obligatoriedad de que todos los planes y normas subsidiarias a adaptarse a lo recogido en la Ley 2/2006, del 30 de junio, la Diputación Foral de Bizkaia ha dispuesto un plan de acompañamiento y ayudas económicas para que los municipios acometan la citada adaptación.

Bizkaia cuenta con 113 municipios, de los que 82 tienen menos de 7.000 habitantes y, por lo tanto, corresponde a la entidad foral la aprobación definitiva de sus planeamientos generales. Es por ello, que se ha hecho un esfuerzo continuado por que, en estos 18 años, se adaptara el mayor número posible de planes. Aun así, la realidad es que sólo el 33% de los municipios ha cumplido el requerimiento legal. Así las cosas, la Diputación, a través de su actual Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, dirigido por Carlos Alzaga, ha habilitado una línea de ayudas que se ha ido incrementando con el paso de los años.

El plan de subvenciones contó en 2020 con 650.000 euros; en 2021, el montante ascendió a 750.000 euros, y desde 2022, se presupuestó un millón de euros para los siguientes ejercicios. No obstante, en aras de potenciar la adaptación de los planeamientos de más ayuntamientos a lo largo de 2025, la Diputación Foral de Bizkaia ha decidido incrementar la cantidad hasta alcanzar los 1,2 millones de euros. Cada Consistorio puede recibir hasta 40.000 euros al año; cantidad que también ha aumentado desde 2022, cuando el máximo se había establecido en 30.000 euros anuales.

«La escasez de recursos, de presupuesto, los propios cambios de alcaldías y las visiones contrapuestas del modelo de municipio son impedimentos, trabas que sabemos que se encuentran las corporaciones pequeñas. Es la propia ley la que establece un proceso exigente y laborioso para garantizar que todo el mundo participe y que todas las administraciones informen. Somos conscientes de que es un proceso complejo, por eso, ponemos todo de nuestra parte para acompañarlos», explica Carlos Alzaga.

El diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial considera «fundamental» insistir a los municipios que todavía no han iniciado el proceso o que están en trámites en que disponen del acompañamiento y asesoramiento de la Diputación Foral. Entre las novedades de 2025, el departamento ha previsto reuniones individuales con cada uno de los 17 ayuntamientos de menos de 7.000 habitantes que no han iniciado la revisión de su PGOU. A todos ellos se les entregará un documento explicativo sobre los pasos que se deben seguir para revisar el PGOU, las vías para acceder a las ayudas, y también se les mostrarán ejemplos de otros Consistorios de similares características.

«Hay que resolver dudas, quitar miedos e incertidumbres, apoyarles e informarles sobre los pasos que deben dar y sobre la subvención que pueden solicitar, que cubre el 100% de los gastos», incide Alzaga, quien destaca, además, que los cambios organizativos y funcionales realizados en el área foral de Urbanismo han permitido «aumentar el número de revisiones de los Planes Generales de Ordenación Urbana que se han aprobado definitivamente».

Los ayuntamientos podrán solicitar el informe técnico de la Diputación Foral de manera voluntaria durante la fase de aprobación inicial. Lo cierto es que este documento es importante porque ayuda mucho a conocer el PGOU y a acordar soluciones desde una fase temprana, lo que posteriormente facilita la aprobación definitiva del documento.

El PGOU es un instrumento importante para cualquier municipio, independientemente de su tamaño, ya que garantiza el diseño y la planificación de los usos de su superficie y de los espacios de la localidad. De esta manera, se mejora de la calidad de vida de su ciudadanía y se respeta la sostenibilidad del desarrollo urbano.

Actualmente, 27 municipios han logrado revisar y adaptar su planeamiento general: Ajangiz, Arratzu, Arrieta, Aulesti, Berriatua, Ea, Elantxobe, Forua, Gordexola, Gorliz, Ispaster, Larrabetzu, Loiu, Mallabia, Markina-Xemein, Mendexa, Meñaka, Morga, Mundaka, Minitibar-Gerrikaitz, Nabarniz, Otxandio, Sondika, Ugao-Miraballes, Zaldibar, Zaratamo y Zeberio.

Otros 38 están en diferentes fases del proceso de adaptación:  Alonsotegi, Amoroto, Arakaldo, Arantzazu, Areatza, Artea, Atxondo, Bakio, Barrika, Bedia, Berriz, Errigoiti, Etxebarria, Fruiz, Galdames, Gamiz-Fika, Garai, Gatika, Gautegiz-Arteaga, Igorre, Iurreta, Izurtza, Kortezubi, Lemoa, Lemoiz, Lezama, Mañaria, Maruri-Jatabe, Mendata, Murueta, Muxika, Orduña, Orozko, Sopuerta, Sukarrieta, Urduliz, Zamudio y Zierbena.

Mientras que 17 municipios todavía no han iniciado los trámites: Arrankudiaga, Artzentales, Busturia, Dima, Ereño, Gizaburuaga, Güeñes, Ibarrangelu, Karrantza, Lanestosa, Laukiz, Plentzia, Turtzioz, Ubidea, Usansolo, Zeanuri y Ziortza.