La prueba trata de concretar la resistencia de la estructura en el supuesto de condiciones extremas.
Un convoy de 18 camiones en el límite de su carga, han servido la pasada semana para hacer las pruebas de resistencia del nuevo viaducto de Bilbao, el puente Frank Gehry, que servirá para conectar la futura isla de Zorro-tzaurre con Deusto.
La como prueba de carga persigue demostrar que la estructura que compone el puente aguanta sin problemas unas condiciones extremas de peso en su tablero central.
En el transcurso de la mañana, los ingenieros mandaron colocar los transportes pesados en distintas ubicaciones del viaducto. Primero en un lado, luego en el opuesto y finalmente ocupando toda la superficie de la calzada.
En esta fase de la prueba se utilizaron a la vez los 18 vehículos, que estuvieron parados mientras los técnicos analizaban la situación de tensión tanto de los tirantes como de las estructuras que arman el viaducto.
Superada esta prueba, el puente está listo para abrirse al tráfico rodado, aunque primero será inaugurado para los peatones en una fecha cercana.