El Grupo de Playas de la Guardia Urbana de Barcelona (GUB) rescató este domingo a tres personas en dos intervenciones diferentes que se produjeron de forma casi simultánea en la costa barcelonesa.
Una de las dos patrullas que tiene este cuerpo, la embarcación Atalaya, informó que dos personas habían caído de un catamarán recreativo al hacer un viraje brusco y que sólo se veía una persona a bordo. Según esta información, la marea y el viento habrían alejado los otros 2 tripulantes de la embarcación. Una vez recibido el aviso, los agentes iniciaron la búsqueda y localizaron el catamarán a unas 3 millas náuticas de la playa con los 3 tripulantes a bordo, que presentaban síntomas de extenuación evidentes.
La embarcación policial procedió a remolcar el catamarán hasta el puerto debido a las malas condiciones del mar y la falta de habilidad de sus tripulantes. Los tripulantes no necesitaron asistencia médica.
Simultáneamente, la otra embarcación policial, la Guaita, cuando se disponía a colaborar en la búsqueda de las personas desaparecidas, observó que otra persona pedía auxilio al agua haciendo movimientos enérgicos con los brazos. En acercarse, encontraron un joven agotado y con dificultades para nadar, a pesar de que llevaba un chaleco salvavidas. Una vez rescatado, el joven manifestó que iba de pasajero en una moto de agua y que había caído del vehículo sin que el piloto se diera cuenta.
Una de las tareas más importantes de las embarcaciones del Grupo de Playas es el rescate de las personas que se encuentran con dificultades en el agua. Este año se han contabilizado más de 40 rescates. Además, este grupo ha hecho 8.000 actuaciones en los espigones de Barcelona, la mayoría de las cuales han sido avisos derivados de la prohibición de bañarse en esta zona debido a la peligrosidad que conlleva, la prohibición de pescar en horario no permitido o el cierre del paso de la zona en caso de mala mar.