Más de una veintena de taxistas de Burgos superan la edad de jubilación

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PRUEBA

Según la patronal del sector de Burgos,  ABUTAXI al menos la mitad de ellos quieren jubilarse, pero no es posible puesto que el Ayuntamiento no convoca las pruebas necesarias para obtener el permiso municipal para conducir taxis.

El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Daniel de la Rosa, se reunía este jueves con miembros de la Asocaición Burgalesa del Taxi (Abutaxi), en su sede de la calle Calzadas, con el objetivo de conocer de primera mano las necesidades del sector.

En total, tal y como señalaban el presidente de la Asociación, Mario Álvarez, más de 20 personas superan la edad de jubilación, es decir más de 65 años. El problema radica en que no pueden dejar su puesto de trabajo al no contar con un relevo, ya que es necesario contar con el permiso municipal para conducir taxis. Una prueba que el Ayuntamiento debería convocar dos veces al año, en 2014 sólo se realizó un examen, y en 2015, hasta la fecha, solo se ha convocado una prueba en agosto.

Ante esta situación, De la Rosa “exige” al Ayuntamiento que cumpla con lo establecido y desbloquee esta situación.  En la misma línea, también solicita al consistorio burgalés que elabore un temario más concreto y actualizado para todas las personas que optan a poseer esta licencia.

Parada en Fuentecillas.- Asimismo, Daniel de la Rosa apoya la petición de Abutaxi de instalar una parada de taxis en el barrio de Fuentecillas. No sería una nueva parada sino que vendría a sustituir a la del Hospital Militar, prácticamente en desuso desde que dejo de funcionar la instalación, y la de Plaza Castilla, lugar que también se notó un fuerte descenso de viajeros con el traslado de la estación de tren.

Vehículos adaptados.- Por otra parte, desde el Grupo Municipal Socialista se apoya la petición de subvención al Ayuntamiento de Burgos de los vehículos adaptados. En la actualidad Burgos cuenta con 6 taxis adaptados cuando debería tener, según marca la ley, 9 vehículos de estas características. El problema radica en el alto coste de la adaptación.