La rápida evolución de los modelos organizativos de las empresas del siglo XXI ha producido en Estados Unidos la transformación del Business to Business en Human to Human, conscientes de que el mayor valor añadido de cualquier empresa es el talento que sea capaz de acumular. Esta tendencia, que pronto será común entre la vanguardia empresarial europea, llega a España de la mano de Grupo Hasten.
La rápida evolución de los modelos organizativos de las empresas del siglo XXI ha producido en Estados Unidos la transformación del Business to Business en Human to Human, conscientes de que el mayor valor añadido de cualquier empresa es el talento que sea capaz de acumular.
Esta tendencia, que pronto será común entre la vanguardia empresarial europea, llega a España de la mano de Grupo Hasten, un proyecto que integra diversas empresas relacionadas con la tecnología, con otras expertas en selección, formación, trabajo temporal y consultoría de recursos humanos. Se trata de una organización nacida como tal hace apenas dos años, que cerrará 2015 con una facturación próxima a los veintiún millones de euros y que multiplicará por cinco su actividad en los próximos meses, tanto en Europa como en América Latina y Estados Unidos.
Se trata en definitiva, del regreso al humanismo como clave para dotar de sentido a las empresas de “después de la crisis”; aquellas que, más allá de un logo mejor o peor pensado, saben que son las personas, estén donde estén, las únicas capaces de llevar a cabo adelante proyectos llenos de ilusión, en los que la innovación tecnológica tenga también en cuenta el sentir de aquellos a los que se destinan sus proyectos estratégicos y de quienes depende su futuro.
Términos como Desarrollo Digital, E-Health, ciberseguridad o big data, cobran sentido “en tanto en cuanto tengan claro que cualquier estrategia de éxito pasa por ser desarrollada por y para las personas”, según afirmó Daniel Vega, Presidente de Grupo Hasten, en la presentación del proyecto H73, un proyecto diseñado por la consultora estratégica Harmony que hará que el hombre y la máquina al fin hablen un mismo idioma; el del sentido común.