El HNP de Toledo, elegido para las pruebas de BioMot

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El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo (HNP) ha sido elegido como centro de referencia para realizar las pruebas de los exoesqueletos robóticos desarrollados por el consorcio científico y tecnológico BioMot, un grupo de investigación internacional formado por España, Bélgica, Italia, Islandia y Japón.

Este grupo de investigación, cuyos socios se han reunido recientemente en Toledo, ha elegido el centro médico español para testar la innovadora tecnología que permite recuperar la capacidad motriz mediante el uso de exoesqueletos robóticos.

Con más de 40 años de experiencia, el Hospital Nacional de Parapléjicos se ha convertido en el centro de referencia en la rehabilitación integral de la lesión medular. También es un centro pionero en la utilización de robots en la rehabilitación, como demuestra su participación en el proyecto HYPER, que comenzó en 2009 y finalizó en 2014.

Esta trayectoria ha sido fundamental para que BioMot confíe al centro español la integración, validación e informe de la capacidad de los exoesqueletos, lo que servirá para optimizar su diseño o funcionalidades.

“Los actuales dispositivos todavía no ofrecen la capacidad de adaptación en tiempo real, ni la flexibilidad necesaria para afrontar perturbaciones naturales o ambientales”, explica Ángel Gil, Jefe de Servicio de Rehabilitación y responsable de la Unidad de Biomecánica y Ayudas Técnicas del HNP.

Ahí es donde entra el equipo del Laboratorio de Locomoción Humana del Instituto Cajal (CSIC), en Madrid, con Juan Morenoa la cabeza, quien explica que pretenden “monitorizar la actividad muscular residualdelpaciente y utilizarla para gestionar la interacción entre el robot y la máquina”.

Es decir, lo que tratan es integrar sistemas de señales bio-eléctricas y robots más flexibles mecánicamente. “La idea es que el usuario pueda caminar con este robot de una forma más natural (bio-inspirada)”, aclara Moreno.

El proyecto BioMot forma parte del programa europeo Horizonte 2020, conocido como Future Emerging Technologies, que tiene como objetivo financiar investigaciones de alto riesgo para generar saltos tecnológicos de relevancia.

El proyecto tiene una duración de 36 meses, aunque desde BioMot esperan comenzar a implantar los exoesqueletos en el hospital español y probar los primeros prototipos a partir del trigésimo segundo mes de trabajo.

Neuro-robótica, un sector con gran potencial

Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya han señalado el prometedor futuro de estos sistemas tecnológicos en la rehabilitación de la función de la marcha en pacientes que presentan una lesión neurológica o medular.

Según la OMS, entre 250.000 y 500.000 personas sufren cada año este tipo de lesiones, así que los avances en robótica abren un horizonte de esperanza para los afectados. “En el futuro, indudablemente, la tecnología robótica va a ayudar a los pacientes de mejor manera que lo está haciendo ahora”, apunta Juan Moreno.

El reto, señala el investigador, pasa por lograr que la tecnología sea fácil de usar y accesible. “Vamos en buen camino, se está incrementando el número de investigadores y hay más empresas que empiezan a producir exoesqueletos”, apunta Moreno.