Los 7 yihadistas detenidos por la Policía Nacional crearon una red delictiva internacional

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PRUEBA

Con esta operación, la Policía Nacional ha conseguido desmantelar una célula cuyos integrantes constituían una red delictiva internacional dedicada al envío de material logístico a las organizaciones terroristas que operan en Siria e Irak, Jabhat al Nusra y Daesh. Este material logístico era imprescindible para el sostenimiento de actividades terroristas de ambas organizaciones

Las detenciones se han llevado a cabo en las localidades alicantinas de Crevillente, L´Alquería D´Ansar, Muro d´Alcoi, Alcoy y Alicante. También se han registrado arrestos en Onteniente (Valencia) y en la Ciudad Autónoma de Ceuta. Entre los detenidos hay cinco españoles de origen sirio, jordano y marroquí, y dos extranjeros residentes, de nacionalidades siria y marroquí. En total se han realizado doce entradas y registros en los domicilios de los detenidos, así como en los locales y naves donde desarrollaban sus negocios ilícitos.

Las investigaciones, que comenzaron en 2014, han podido constatar que esta red internacional realizaba labores de apoyo y sostenimiento a la estructura logística y operativa de las organizaciones terroristas Jabhat al Nusra (JaN) y Daesh/Estado Islámico.

El grupo desmantelado, que se caracterizaba por su perfecta organización y por la distribución de cometidos especializados entre sus integrantes, formaba parte de un «aparato logístico» estable y plenamente desplegado. Así lo venía haciendo desde hace tiempo en varios países de Europa hasta asentarse de forma estable y definitiva en España. Entre sus actividades también estaban las de financiación y blanqueo de capitales.

El funcionamiento y la dirección del grupo la ejercía un solo miembro, que había establecido un liderazgo permanente basado en la confianza, en intereses compartidos y en un ideario radical afín. Este líder centralizaba y dirigía toda la actividad a través de un complejo empresarial que le permitía, sin levantar sospechas, el envío del referido material en contenedores cerrados, que tenían su punto de partida en puertos españoles y cuyo destino eran los grupos terroristas que operan en Siria e Irak.

Incremento de pedidos

La presión militar que se está ejerciendo en la zona de conflicto sobre las organizaciones terroristas las ha obligado incrementar sus necesidades de abastecimiento, no solo de combatientes, sino también de suministros tecnológicos, armamento y equipamiento militar. La red hoy desmantelada tenía como cometido principal cubrir estas necesidades. Lo hacía de forma eficaz, logrando la plena satisfacción de estas organizaciones y por consiguiente el incremento de pedidos de mercancía más especializada. Estos suministros continuados, por parte del grupo delictivo desarticulado, favorecía directamente la continuidad y el reforzamiento de las estructuras terroristas en Siria e Irak.

La cobertura fraudulenta que utilizaban para estas remesas era la de  envío de ayudas humanitarias a las zonas de conflicto, pero realmente lo que viajaba oculto entre enseres varios era material militar, dinero, equipos electrónicos y de transmisiones, armas de fuego y precursores destinados a la fabricación de explosivos.

La financiación necesaria para la preparación de todas estas remesas de mercancías a Siria e Irak, proviene principalmente de envíos a través de compañías de transferencias internacionales de dinero, utilizando a personas interpuestas, y sobre todo, por medio de pagos y movimientos de dinero al margen del sistema legal, mediante el método conocido como «Hawala», con el que los investigados eludían el control de las autoridades.

Captación de mujeres para que se casasen con yihadistas

Paralelamente a las labores empresariales ilegales, el líder de la red mantenía constantes y fluidas relaciones con un integrante de la organización terrorista Daesh, quien le solicitó en varias ocasiones que captase a mujeres para que se desplazasen a Siria, con el fin de que se casasen con los yihadistas que combaten bajo su bandera, siguiendo las directrices establecidas por su líder, Abu Bakr al-Baghdadi.

Como viene siendo habitual en los grupos yihadistas, la organización desarticulada en esta operación policial utilizaba las redes sociales como medio principal de comunicación de cara a desarrollar sus actividades criminales, además de disponer de perfiles personales en los que difundían comentarios a favor y en defensa de las actuaciones de los grupos terroristas Jabhat al Nusra y Daesh.

En este sentido y en el marco de la estrategia nacional de seguridad, en concreto en la lucha contra el terrorismo, la operación desarrollada por la Comisaría General de Información se enmarca en la actividad de «perseguir a los terroristas integral y globalmente, evitando las actividades de captación, impidiendo la planificación de actos terroristas, actuando contra sus redes de apoyo y cortando su financiación y el acceso a los materiales necesarios para la comisión de atentados, poniendo a los terroristas a disposición judicial».

En la operación policial, que se ha desarrollado bajo la dirección del titular del Juzgado Central de Instrucción número seis de la Audiencia Nacional y en coordinación con la Fiscalía de la Audiencia Nacional, han intervenido, además de la Comisaría General de Información, agentes de las Brigadas Provinciales de Información de Valencia, Alicante y Ceuta.