La Universidad de Leyde, en el oeste de Holanda, ha creado un banco de heces para hacer más fáciles los necesarios trasplantes de heces que requieren los pacientes que sufren infecciones intestinales crónicas.
«Nuestro ‘banco de caca’ va a facilitar el acceso a los trasplantes fecales para los médicos y hospitales del país», ha dicho Ed Kuijper, uno de los impulsores del proyecto. El «banco holandés de donantes de excrementos» va a recolectar, tratar y distribuir el material, necesario para los transplantes fecales.
Este procedimiento es a menudo «la única solución», según Kuijper, para las personas que sufren infecciones intestinales crónicas, especialmente el ‘Clostridium difficile’, una bacteria que a veces se desarrolla tras el uso prolongado de antibióticos.
«Algunos antibióticos destruyen la flora intestinal, lo que permite a esta bacteria propagarse. Los trasplantes de materia fecal permiten trasplantar bacterias saludables, que luego recolonizan el intestino y recrean una flora intestinal saludable», aseguró el profesor.
Cada año se registran en Holanda cerca de 3.000 casos, de acuerdo con esta universidad. Aproximadamente en el 5% de estos casos se desarrolla una enfermedad crónica, y cada mes se llevan a cabo entre tres y cuatro trasplantes de heces en todo el país.
En algunos casos, la infección, que puede causar diarrea severa, inflamación del colon y perforaciones intestinales, puede ser mortal.
«Los donantes deben gozar de buena salud, no ser demasiado gordos ni flacos y tener una buena flora intestinal», dice Ed Kuijper. Las donaciones, que son anónimas y no pagadas, son recolectadas por el propio donante en su casa.