A nadie le sorprende encontrarse gran cantidad de establecimientos de peluquería en Madrid, Barcelona, Bilbao o cualquier otra ciudad. Se trata de uno de los negocios más habituales en cualquier población del país. Sin embargo la crisis económica ha golpeado con fuerza a este sector. Sólo los más fuertes y con un servicio de mayor calidad han conseguido salid adelante, aunque no sin esfuerzos.
A nadie le sorprende encontrarse gran cantidad de establecimientos de peluquería en Madrid, Barcelona, Bilbao o cualquier otra ciudad. Se trata de uno de los negocios más habituales en cualquier población del país. Sin embargo la crisis económica ha golpeado con fuerza a este sector. Sólo los más fuertes y con un servicio de mayor calidad han conseguido salid adelante, aunque no sin esfuerzos.
Según los datos que se hicieron públicos hace pocos meses con motivo de la celebración del salón Cosmobelleza 2015, el sector ha perdido alrededor de 4.000 empleos en todo el país, lo que supone una drástica bajada para uno de los segmentos de actividad más importantes.
En total, el volumen de negocio de todos los establecimientos de peluquería descendió más de 400 millones de euros hasta un total de 7.000 millones en el último año. Pese al descenso de 4.000 empleos, el total de trabajadores del sector se situó por encima de los 170.000.
En total, el número de locales que durante 2015 se dedicaron a los servicios de peluquería superó los 82.000. Pese a este espectacular dato, el total supone aproximadamente 2.000 menos en comparación con el mismo periodo del curso anterior.
Por suerte, según marcan los principales indicadores del sector, durante este presente año se llegará a “tocar fondo” para volver a crecer en los próximos años. O al menos esas son las expectativas que se manifestaron por el presidente de Cosmobelleza, Carlos Rodríguez. Esto supondría el fin de una crisis que comenzó en el año 2009.
Uno de los factores más negativos que se han puesto de manifiesto durante la celebración de este sector es que la subida del IVA ha resultado devastadora para los negocios de estética del cabello en Madrid o cualquier otra localidad española, obligando a muchos centros cerrar y multiplicándose el número de franquicias.
Además, esta subida de impuestos ha puesto de manifiesto un comportamiento nada halagüeño, como es el de la economía sumergida en el sector. Se estima que alrededor de los dos tercios del total de centros podrían practicarla de forma habitual.
En último lugar, la crisis que ha afectado a todo el país durante los últimos años ha provocado que los españoles redujesen drásticamente la frecuencia de visita a las peluquerías, gastando significativamente menos en cada visita.