El Ayuntamiento de Barcelona, comprometido con la adopción de medidas que mejoren la confianza de las personas respecto a las instituciones y sus representantes, ha presentado este martes, 29 de marzo, el texto del futuro Código Ético y de Conducta del Ayuntamiento de Barcelona. El Gobierno municipal ha elaborado un primer anteproyecto del reglamento, que ha presentado a los grupos municipales con la voluntad de buscar un amplio acuerdo e incorporar al texto las aportaciones y las propuestas del resto de grupos antes de su aprobación definitiva.
El Código, que es el primero de este tipo que se aprobará en España, tiene el objetivo de fijar los principios, los valores éticos y las normas de conducta que deben cumplir los cargos electos, los titulares de los órganos superiores, los directivos y el personal eventual que desempeña puestos de confianza y de asesoría en el Ayuntamiento de Barcelona y las entidades vinculadas que forman parte del sector público municipal. Además, pretende garantizar una actuación objetiva.
El teniente de alcaldía de Derechos de Ciudadanía, Participación y Transparencia, Jaume Asens, ha destacado: “El Código aspira a ser un cortafuegos en defensa del bien común y en contra de las posibles corruptelas que amenazan la función pública.”
Regalos inferiores a 50 euros
Esta primera propuesta de texto fija unas normas específicas relativas a los conflictos de intereses, entre las que destaca que las personas sujetas al cumplimiento de estas normas deberán abstenerse de participar en ningún asunto en que concurran intereses privados que afecten los intereses públicos.
Estas personas también deberán abstenerse de utilizar su cargo para agilizar procedimientos o proporcionar beneficios a terceros; estarán obligadas a ejercer el cargo con dedicación absoluta, de acuerdo con lo establecido en la legislación sobre incompatibilidades; deberán declarar sus bienes patrimoniales y la participación en sociedades de todo tipo, tanto en el momento de tomar posesión del cargo como en el momento del cese y el fin de mandato. Asimismo, no podrán aceptar regalos que superen los usos habituales, sociales o de cortesía, ni favores o servicios en condiciones más favorables que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones. El texto determina que los regalos no podrán ser de un importe superior a 50 euros.
Un gestor ético velará para que se cumplan las normas
El gestor ético será la persona encargada de velar por la ejecución del reglamento, que será de obligado cumplimiento cuando se apruebe, este verano, y también podrá sancionar. De este modo, esta figura será la responsable de difundir el reglamento y trabajará para que las normas se cumplan, resolverá las dudas que puedan plantearse a la hora de interpretarlas y aplicarlas, formulará recomendaciones, propondrá mejoras en la gestión ética y en la aplicación del buen gobierno y de la buena administración y elaborará una memoria anual, que se presentará al Consejo Municipal.