La Guardia Civil, en el marco de la operación “PARRALAZO”, ha incautado 1.629 kilos de hachís, valorados en cerca de 10 millones de euros, a una organización asentada en el País Vasco que se encargaba de distribuir la droga procedente de Marruecos por el norte de España.
Se ha detenido a los tres integrantes de la red, de 68, 53 y 36 años, de nacionalidad española y residentes en Azcoitia (Guipúzcoa), Durango (Vizcaya) y Logroño (La Rioja), a los que se les imputa los delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.
La investigación se inició tras analizar la documentación intervenida en otras operaciones contra organizaciones criminales dedicadas al tráfico de sustancias estupefacientes, en la que se supo que un varón residente en Logroño podría formar parte de un grupo criminal encargado de la distribución de grandes cantidades de hachís por el norte de España. Esta persona por su condición de transportista, tanto de carácter nacional como internacional, estaría aportando a la organización sus conocimientos para la ocultación de la droga en su camión y las rutas más seguras para su transporte, llegando a cobrar por cada viaje realizado más de 30.000 euros.
Durante varios meses el transportista riojano fue sometido a una estrecha vigilancia por los investigadores. Esto permitió la identificación de dos narcotraficantes asentados en Azcoitia (Guipúzcoa) y Durango (Vizcaya), que se encargaban de contactar con otra organización asentada en Marruecos para adquirir el hachís. Una vez cerrado el trato, la droga era enviada a Málaga a través de planeadoras, para ocultarla en un almacén que tenían alquilado en un polígono industrial de esta ciudad. Posteriormente, el camionero riojano investigado la trasladaba a otro almacén ubicado en Amorebieta (Vizcaya), desde donde se distribuía por el norte de España.
Los miembros de la red mantenían reuniones discretas en cafeterías y centros comerciales de Málaga, en las que cerraban los tratos para las nuevas adquisiciones de droga. Durante estas citas, personal de confianza de la organización se encargaban de la vigilancia y seguridad de zona al objeto de controlar la presencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad, llegando a anotar matrículas de vehículos que les resultan sospechosos.
Posteriormente, los agentes comprobaron como el camionero había adquirido miles de botes de conserva que había trasladado en su camión hasta la guardería de Málaga, por lo que sospecharon que iba a enviar un importante alijo de droga al almacén de Amorebieta, para su posterior distribución.
Tras establecer un dispositivo de vigilancia en la zona, los investigadores observaron como salía del almacén el camión acompañado por otros dos vehículos lanzadera, por lo que deciden seguirlos interceptándolos en la AP-1 a la altura del término municipal de Quintanapalla (Burgos).
Seguidamente proceden a inspeccionar el camión, en cuyo interior hallan un total de 50 fardos de hachís con un peso total de 1.629 kilos, por lo que proceden a la detención de los tres conductores de los vehículos.
Asimismo, se llevaron a cabo dos registros en Logroño y Amorebieta, en los que se intervino material informático, documentación para su estudio y otro vehículo. En total se ha intervenido el camión y tres vehículos de alta gama que utilizaba este grupo criminal valorados en más de 200.000 euros.