Asunción Sáez González, jubilada de 67 años, llevaba desaparecida desde que produjo el terremoto y ya ha podido llamar a su familia. Colabora en un albergue de las misioneras de Divina Patora en Portoviejo, una de las ciudades más afectadas por el temblor.
La enfermera que se daba por desaparecida tras el terremoto de Ecuador, se encuentra en buen estado y ha contactado por teléfono con su familia.
Según su hermana, la exdiputada socialista Purificación Sáez, la cooperante, que llevaba poco más de un mes en Ecuador, no ha podido llamarles antes porque tenía el teléfono sin batería y no podía recargarlo, ya que la zona se quedó sin luz tras el terremoto que se registró en el país el pasado sábado por la tarde.
Su hermana les ha contado que el albergue donde se encuentra y el hospital que está al lado «están en pie», aunque han sufrido daños y tienen algunas grietas.
Asunción no ha salido aún de la zona de Portoviejo, donde se encuentra, ni ha visto las imágenes de destrucción que están dando las televisiones, sólo sabe que sintió «una sacudida tremenda» seguida de réplicas después.
Su intención es seguir allí para «seguir echando una mano». «En ningún momento nos ha dicho que tuviera intención de volver», precisa su hermana.