Las víctimas permanecían internas las 24 horas del día y dormían todas en la misma habitación en colchones tirados en el suelo, despojadas de teléfonos móviles y de documentación.
Agentes de la Policía Nacional han liberado en Sevilla a cinco mujeres, de entre 19 y 33 años de edad, de nacionalidades paraguaya y dominicana, que estaban siendo explotadas sexualmente en dos inmuebles de la zona de Nervión.
La organización, ahora desarticulada, captaba a las víctimas con la promesa de un trabajo digno y las obligaba a prostituirse durante las 24 horas del día. Ha sido detenido el cabecilla de la red que a la vez era el propietario de los locales donde se ejercía la prostitución.
La investigación se inició en el mes de febrero, cuando los agentes tuvieron conocimiento a través de una denuncia formulada por un familiar de que una mujer de origen paraguayo estaba siendo explotada sexualmente en contra de su voluntad por una deuda contraída.
Los investigadores centraron los esfuerzos en localizar a la mujer, comprobando que se encontraba en un piso donde se ejercían actividades de prostitución. Igualmente averiguaron que era regentado por un proxeneta que, además, disponía de otro inmueble próximo.
Los captores anunciaban estos dos inmuebles a través de una página web, donde se ofertaban contactos sexuales utilizando como gancho las imágenes de las víctimas totalmente desnudas. Asimismo había un foro donde los clientes compartían las experiencias sexuales con las chicas.
Las víctimas eran captadas por esta red a través de contactos familiares o de vecindad, ofertando oportunidades de empleo que resultaban engañosas tanto en el tipo de trabajo como en las condiciones del mismo. La investigación arrojó que tras esas ofertas de empleo se escondía el ejercicio de la prostitución en jornadas de 24 horas diarias.
Las mujeres estaban privadas de libertad y compartían morada con los captores, que a su vez las vigilaban para que no pudieran escapar, llegando incluso a emplear sistemas de vídeo vigilancia para controlarlas en todo momento. Dormían todas juntas en la misma habitación en colchones tirados en el suelo, despojadas de teléfonos móviles y de documentación, permaneciendo así incomunicadas con el exterior.
Tras conocer cómo se encontraban estas mujeres y tener ubicados los dos domicilios donde estaban retenidas y se llevaba a cabo la actividad ilícita, se puso en marcha un dispositivo policial para liberar a las víctimas y detener al responsable del delito.
La investigación culminó con la liberación de las cinco mujeres y la detención del explotador – que había sido detenido el pasado año por hechos similares – así como el registro de los dos inmuebles donde se incautó diversa documentación, teléfonos móviles, dinero en efectivo, y un listado de tarifas, un datáfono y otros elementos probatorios del ejercicio de la actividad indicada.