‘La Venus de Donegal’: una novela de José Siles que plantea que el autor del Quijote no fue Cervantes

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1461861541_9788479547288En la novela de José Siles se desarrolla una trama en clave de ironía y humor ácido en la que todo gira en torno a un misterioso descubrimiento que podría revolucionar el «status quo» de la historia de la literatura: unos documentos hallados por un filólogo francés, hijo de emigrantes republicanos españoles, pueden llegar a desestabilizar los pilares que han sostenido la cultura literaria: una mujer y no Cervantes fue la auténtica autora de la novela más universal.

En La Venus de Donegal, una novela publicada por Libertarias-Prodhufi (Madrid), José Siles narra una historia recargada por una atmósfera esperpéntica en la que unos veteranos académicos custodios del orden y la jerarquía literaria luchan denodadamente y a cualquier precio -incluso se incurre en asesinatos «inevitables»- por mantener en secreto los desestabilizadores resultados de las investigaciones de Michel Mechones, el joven filólogo hijo de exiliados españoles protagonista de la historia, quien, en cuyo transcurso, se acaba transformado, muy a su pesar, en una especie de detective privado expuesto a una serie de riesgos inauditos en el ámbito académico.

En La Venus de Donegal, una novela escrita con una acidez cáustica y no exenta de humor, el autor plantea una sorprendente hipótesis que no llegará a desvelarse del todo hasta el final: la novela en la que se describe la historia del famoso hidalgo Don Quijote de la Mancha, supuestamente escrita por Alonso Fernández de Avellaneda, no sólo no era un plagio del Quijote cervantino, sino que el tal Avellaneda nunca llegó a existir y era, en realidad, el pseudónimo de una prima segunda de Cervantes.

Por tanto, la novela más importante de la historia de la literatura fue escrita por una mujer en plena rebelión de las Alpujarras, en el apogeo del amancebamiento de la autora con un destacado miembro inquisitorial encargado de la represión de los infieles judíos, moros y falsos conversos. El final de la historia resulta tan desconcertante como inesperado provocando un desacostumbrado pavor en el lector que se atreva a introducirse en la páginas de esta intrigante y divertida novela.