Aunque cueste creerlo, y cuesta mucho, estos progenitores nipones, consideraron que el mejor castigo para enseñar a su hijo de 7 años, lo que es la disciplina era dejarlo abandonado en un bosque poblado de osos salvajes. Y así lo hicieron, querían reprender al niño por haber tirado piedras a unos coches.
No sabemos si el pequeño tendrá siquiera la oportunidad de aprender la lección porque ya son cuatro los días que lleva desaparecido, en un bosque de gran densidad donde habitas osos de gran tamaño y de carácter agresivo
Las autoridades niponas continúan buscando al niño en un área de cinco kilómetros cuadrados a la que se han desplazado 120 agentes de policía y bomberos. Una zona en las temperaturas mínimas alcanzan los siete grados centígrados.
Peinan la zona con perros en un intento desesperado de encontrar al menor al que sus padres abandonaron sin comida ni agua.
Según ha contado su pare, Yamato Tanooka, obligaron al niño a bajarse del coche en el que viajaba la familia por su mal comportamiento y le dejaron solo en una carretera a los pies del monte Komagatake. El niño angustiado corrió del vehículo, pero sus familiares lo perdieron de vista, volvieron unos minutos después al lugar en el que lo habían abandonado, y ya no pudieron encontrarlo.
Esperaron dos horas desde la desaparición hasta alertar a las autoridades, denunciaron los hechos el pasado sábado por la tarde y en un primer momento mantuvieron que Yamato se perdió mientras recogían vegetales en el bosque. Posteriormente reconocieron haber abandonado al menor como castigo por su mal comportamiento.
