Según han informado algunas ONG’s que se encuentran en estos momentos en Italia, mucho solicitantes de asilo y refugiados se han unido para ayudar a los supervivientes del terremoto que ha acabado hasta el momento con la vida de 250 personas.
Unos 70 refugiados en la región sureña de Calabria han renunciado a su pensión diaria de 2 euros, destinada a gastos personales, para que dicha cantidad sea donada para ayudar a los supervivientes.
«Las fotos y los vídeos del terremoto les recordaron a las guerras y desastres de los que huyen», ha asegurado el coordinador local del proyecto de protección de refugiados SPRAR, Giovanni Maiolo.
Abdullai, un solicitante de asilo de Benin, estaba en Arquata del Tronto, donde el terremoto ha matado a al menos 50 personas. Era el primer seísmo que experimentaba y por ello decidió ayudar a retirar escombros. «Al principio estaba muy asustado. Luego me di cuenta de que necesitaban toda la ayuda posible y quise contribuir», ha dicho.
Abdullali forma parte de un grupo de 17 solicitantes de asilo que han pasado este jueves habilitando una zona que será designada a establecer un centro de operaciones de emergencia.
Alrededor de 50 refugiados que viven en las instalaciones de GUS se han prestado a ayudar y estarán trabajando en grupos de entre 15 y 20 personas coordinados por la Protección Civil italiana.
El director de otra organización humanitaria llamada Centri Damasco, Paolo Di Donato, ha asegurado que otro grupo de diez refugiados voluntarios llegaron a la devastada provincia sureña de Benevento para ayudar a las víctimas. Centri Damasco también se ha ofrecido a acoger a 100 personas desplazadas por el terremoto.