La Justicia paraliza cautelarmente las batidas de cabras previstas en la Sierra de Guadarrama por suponer un «evidente peligro de extinción». El juzgado en cuestión ha señalado que dicha suspensión está motivada por las denuncia que PACMA interpuso contra los responsables regionales de medioambiente y señala que en esta fase no puede adentrarse en la cuestión de fondo, por ello la medida es cautelar.
El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 32 ha suspendido cautelarmente las batidas de cabras previstas por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama en el seno del Plan de Gestión para la reducción del número de cabras montesas en la Sierra.
El tribunal ha puesto de relieve que la información proporcionada por la parte recurrente «supone un evidente peligro de extinción de las cabras en nuestros parque forestales, ello unido a la inminencia de empezar a abatir los ejemplares a partir del día 19 de octubre actual representa un riesgo, sin conocer la legitimidad de la Administración para llevar a cabo tan drástica medida».
«Existen en el expediente razones de suficiente entidad para dar lugar a la suspensión de la ejecutividad de la actuación administrativa, por cuanto los hechos relatados suponen un fumus bastante para considera la no firmeza de los actos administrativos. Ello, unido al evidente perjuicio que para el administrado supone perder la fauna existente en nuestros montes, permite la adopción de la medida cautelar que se interesa», ha señalado.
Las cabras fueron introducidas por la mano humana en la década de los 90. La falta de gestión y seguimiento de las poblaciones por parte de la Administración ha llevado a que hoy alrededor de 4.000 cabras hayan hecho de estas montañas su hogar.