Con esta tarjeta se identificará a las personas que se encuentren en situación irregular y podrán acceder a servicios públicos.
La Tarjeta de Vecindad se presenta como un «paso para la integración social de la población inmigrante al reforzar sus lazos con Madrid». Lo haría facilitando las gestiones y el acceso a las instalaciones y servicios del Ayuntamiento, como servicios sociales, gestiones administrativas, bibliotecas, polideportivos… También se plantearía el acceso al abono transporte y a programas de formación y empleo.
La tarjeta, en definitiva, se presenta como «un instrumento de arraigo que facilitará la regulación administrativa posterior». Ya hay otros ayuntamientos con iniciativas «parecidas pero menos ambiciosas», como Fuenlabrada o Gijón. La más desarrollada se encuentra en Nueva York.