Gustavo Vargas, Gerente de Lamia, la aerolínea dueña del avión donde viajaba la delegación del club del Chapecoense y que se estrelló al martes pasado en el departamento colombiano de Antioquia, dejando 71 muertos y seis heridos.
Según ha informado la fiscalía se ha detenido junto a Vargas, a la secretaria y el mecánico de la empresa, dentro de la investigación que se está llevando a cabo por las supuestas responsabilidades de la compañía en el accidente. También ha informado que la investigación se extenderá al copropietario de la empresa Marco Rocha.
El propio Vargas había admitido días antes a la prensa local que la nave debió haberse reabastecido de combustible en el poblado boliviano de Cobija, en el extremo norte del país, para continuar su ruta hacia Colombia.
Una de las principales hipótesis que se maneja es que el avión se precipitó a tierra porque se quedó sin combustible al llegar al aeropuerto de Rionegro, que sirve a Medellín.