Europa concede el Premio Sájarov a dos esclavas sexuales del ISIS

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El Parlamento Europeo ha otorgado su Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia a Nadia Murad y Lamiya Aji Bashar, dos activistas yazidíes supervivientes del ISIS en Irak. El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, dijo que el galardón muestra “que su lucha no ha sido en vano y que estamos dispuestos a ayudar en su lucha contra las dificultades y la brutalidad perpetrada por el denominado Estado Islámico, a la que tantas personas aún están expuestas”.

Murad y Aji Bashar huyeron del cautiverio del ISIS y consiguieron llegar a Europa para pedir refugio. En manos del ISIS fueron utilizadas como esclavas sexuales y tras huir se convirtieron en la voz de cientos de mujeres y niñas yazidíes capturadas y explotadas por el ISIS.

Tanto Murad como Aji Bashar provienen de Kocho, una localidad de la provincia iraquí de Sinjar –donde viven la mayoría de los yazidíes iraquíes- que fue ocupada por el ISIS y donde los terroristas perpetraron el 3 de agosto de 2014 una matanza de cientos de personas: mataron a los hombres y capturaron a las mujeres y a las niñas para venderlas como esclavas.

Murad fue la primera que escapó, en noviembre de 2014. Tras pasar por un campo de refugiados al norte de Irak consiguió llegar a Alemania, donde recibió el estatuto de refugiada.

Tras varios intentos fallidos, Aji Bashar escapó en abril de este año y llegó hasta territorio controlado por el gobierno iraquí. La explosión de una mina la dejó gravemente herida, perdió parcialmente la vista y en su rostro lleva aún las marcas de las heridas. Desde Irak consiguió ser enviada a Alemania para recibir tratamiento médico.

Ambas al recibir el premio, se han mostrado agradecidas y han aprovechado la ocasión para reivindicar la ayuda internacional que su pueblo necesita. Europa, han dicho, nos devuelve el «honor» que los milicianos de Estado Islámico trataron de arrebatarles y ahora pedimos que «abra sus puertas» a los yazidíes si la comunidad internacional no es capaz de garantizar «una zona de protección» para que puedan regresar a su tierra.