‘El Rincón de Tete Montoliu’, una muestra de su vida con 200 objetos personales

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‘El Racó d’en Tete’, (‘El Rincón de Tete Montoliu) es una exposición que nace con la voluntad de tener carácter permanente, en el Hall del Auditorio del edificio ONCE Catalunya con objetos personales del genial músico, entre los que destacan su piano, el traje smoking de su última actuación en el Palau de la Música, caricaturas, carteles de sus conciertos, cartas particulares, premios y medallas, como la Creu de Sant Jordi o la insignia de oro y brillantes del Barça. Tal día como hoy, un 28 de marzo de hace 84 años nació Tete Montoliu. Este verano se conmemora el 20 aniversario de su muerte.

Entre los más de 200 artículos de la muestra se pueden ver 112 carátulas de sus discos, correspondencia personal con Joan Manuel Serrat y Xavier Cugat, un poema que le dedicó Joan Ollé, uno de sus relojes, cuadros, sus aparatos de radio y su bastón.

Tete desde el mismo día de su nacimiento

Vicenç Montoliu Massana nació el 28 de marzo de 1933 en la calle de Muntaner, en el Eixample de Barcelona. Desde el mismo día de su nacimiento ya le llamaron Tete.

Ciego desde que nació, se afilió a la ONCE el 22 de mayo de 1944. Fue el único hijo de Vicenç Montoliu -músico titular de la orquesta del Liceu- y de Angela Massana, una enamorada del jazz, quien alentó a su hijo a estudiar piano. Con cuatro años ya era un prodigio y con seis comenzó las clases de música. A Petri Palou siempre la consideró su maestra.

A mediados del siglo pasado, estudió en el Conservatorio Superior de Música de Barcelona, donde contactó con sus primeros compañeros de jam-sessions.

Lionel Hampton le hizo entrar en el mundo del jazz cuando lo invitó a tocar al final de un concierto que ofreció en Barcelona. Era el 1955. Quedó tan impresionado que se lo llevó de gira y lo invitó a grabar el disco Jazz flamenco.

Su debut internacional llegó en 1958, en el Festival de Cannes haciendo trío con Doug Watkins y Art Taylor. Desde entonces voló solo y deslumbró al mundo con su enorme talento, que consiguió un gran reconocimiento internacional, sobre todo desde que fue llamado a formar parte del European All Stars, los mejores músicos del jazz europeo.

Su carrera fue meteórica y compaginó temporadas en Copenhague, Berlín y Nueva York con actuaciones en el Whisky Jazz de Madrid y el Jamboree de Barcelona y giras por EEUU, Japón, toda Europa, América y Países Árabes. Combinó conciertos en solitario y en trío.

La trayectoria de Tete Montoliu está avalada por un centenar de discos y colaboraciones con grandes figuras como Dizzy Gillespie, Dexter Gordon, Don Byass, Ben Webster, Stephane Grappelli, Benny Golson, Niils-Henning Orsted Pedersen … y también músicos de la talla de Chick Corea, Archie Shepp, George Coleman, Sonny Stitt, Art Blakey, Ron Carter o Slide Hampton. También se atrevió, con gran sabiduría y sensibilidad, a hermanar su jazz con las letras de Joan Manuel Serrat y los boleros clásicos de Mayte Martín.

En noviembre de 1996 sufrió una repentina arritmia cardiaca y le implantaron un marcapasos. Su estado de salud empeoró al serle detectado un cáncer de pulmón. Sin embargo, se mantuvo firme con los compromisos que tenía y actuó en el 16º Festival de Jazz Terrassa con el trío que formaba con Horacio Fumero y Peer Wyboris. Pocos días después hizo una actuación magistral para celebrar su 64º aniversario, en el Palau de la Música Catalana de Barcelona. Murió poco después, el 24 de agosto. Fue incinerado en el Cementerio de Montjuïc de Barcelona.

De los muchos galardones con los que lo distinguieron destacan el Premio Nacional de Música, la Creu de Sant Jordi, la Medalla al Mérito del Ayuntamiento de Barcelona y un honor que valoraba mucho: la insignia de oro y brillantes del Barça, su segunda pasión después del jazz.