En el mundo Lean, la capacidad para adaptarse a la demanda mediante la flexibilidad se define como Shojinka, y se traduce como la aptitud para modificar el número de trabajadores de cada zona de trabajo en función de las necesidades del momento, lo que implica un aumento de productividad a través de la mejora de la efectividad y una reducción de costes.
En el mundo occidental, con una cultura más partidaria de los trabajadores “especialistas”, los trabajadores “polivalentes” o “comodines han sido a menudo infravalorados e infrautilizados. En un entorno tan cambiante como el actual, marcado por el incontenible avance de las nuevas tecnologías, flexibilidad y agilidad se convierten en adjetivos indispensables que deben caracterizar cualquier aspecto que tenga que ver con la gestión de una organización, y es aquí donde el trabajador polivalente gana la partida al especialista.
En este contexto, donde los conocimientos adquiridos quedan obsoletos rápidamente, cobra especial relevancia la formación y las nuevas formas de transferencia del conocimiento ágil, capaces de adaptarse continuamente a las necesidades de la empresa.
Es el momento de que las organizaciones apuesten por nuevos formatos que ayuden a potenciar la capacidad para adquirir información, transformarla en conocimiento, incorporarla a la empresa como aprendizaje, compartirlo con rapidez y flexibilidad y convertirlo en valor.
Para ello, los diferentes entornos de aprendizaje digital (Rapid Learning, Mobile Learning, Video Learning…) son soluciones que fomentan la proactividad de las personas y facilitan la adquisición de conocimientos, a través de formaciones mucho más eficaces y eficientes que las tradicionales.
De forma transversal a la utilización de nuevas tecnologías eLearning como recurso de formación, surge con fuerza una corriente de aprendizaje basada en fomentar la capacidad crítica y creativa de las personas, el Thinking Based Learning . Conjunto de estrategias orientadas a análisis causales, resolución de problemas, toma de decisiones, comparación y contraste, entre otras.
Desde el punto de vista de la empresa, y de las cuestiones relativas a la formación de los trabajadores, el Thinking Based Learning parece una forma realmente potente de establecer las pautas y las directrices de los programas formativos y, cómo no, de sacar el máximo rendimiento a las nuevas tecnologías.
Además, conceptos como la gamificación, que consiste en el uso de los principios y las mecánicas del juego en situaciones que nada tienen que ver con el ocio, resultan un recurso clave para fomentar la motivación de los trabajadores.
PrevenControl integra estas ideas en la utilización de herramientas inmersivas, como pueden ser el vídeo 360º o la realidad virtual, para potenciar al máximo las capacidades de los trabajadores vinculando el proceso de aprendizaje a través de juegos con esa parte emocional indispensable.