El MI5 y Scotland Yard tenían entre su lista de personas adeptas al Estado islámico a dos de los autores del atentado yihadista que el pasado sábado dejó en Londres 7 muertos y más de una veintena de heridos.
Los servicios de inteligencia británicos están en entredicho. Como sucediera con el terrorista que en marzo atentó contra la población en el Puente de Westminster y el autor de la masacre del Manchester Arena, dos de los terroristas que el pasado sábado perpetraron en atentado de Londres, eran conocidos por su radicalización islamista.
Identificados los tres autores del ataque, solo uno de ellos, Rachid Redouane un marroquí de 30 años, no era conocido por la policía.
Khuram Shazad, un británico nacido en Pakistán de 27 años, estaba en las listas de sospechosos pero nunca se llegó a abrir una investigación sobre él a pesar de que había sido denunciado por varios de sus vecinos como una persona radicalizada y afín al Estado Islámico y expulsado de dos mezquitas por sus intentos de captar jóvenes para la causa yihadista.
Lo más criticado es que Butt, apareció incluso en un documental en el Canal 4 de la televisión británica emitido el año pasado y que presentaba las actividades de radicales islámicos, entre ellos, Butt, al que puede verse incluso desplegando la bandera de EI.
Otro de los atacantes, Youssef Zaghba, un italo-marroquí de 22 años, fue detenido en 2016 en la ciudad de Bolonia cuando pretendía volar a Turquía para llegar a Siria. La policía italiana había entregado información sobre los movimientos de Zaghba a las autoridades británicas. Zaghba fue acusado de terrorismo internacional por las autoridades italianas. Aunque después las acusaciones se desestimaron, el país lo mantuvo incluso entre las personas consideraras potencialmente peligrosas.
La polémica se agrava además al conocerse que las 12 personas detenidas en las primeras redadas, relacionadas con los atacantes, han sido puestas en libertad.
