La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) ha publicado un nuevo informe en el que se dilucidan las implicaciones sobre el empleo que se están produciendo a raíz de los cambios demográficos y sociales sin precedentes derivados del fuerte envejecimiento de la población europea.
La Agencia ha realizado este trabajo de investigación de forma conjunta con el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop), el Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE) y la Fundación Europea para la Mejora de la Vida y las Condiciones de Trabajo (Eurofound).
Además de explicar la evolución que está experimentando el mundo del trabajo en relación a esta nueva y progresiva realidad, el Capítulo 3 incorpora estrategias y medidas orientadas a promover un “trabajo sostenible”, entendido éste como la confluencia de unas condiciones de vida y de trabajo que posibilitan a la persona el ejercicio de un empleo mantenido a lo largo del tiempo. Para ello, deviene imprescindible la implementación de políticas y prácticas tanto dentro como fuera del entorno laboral y que éstas, además, vayan evolucionando conforme avanza el ciclo de vida del individuo.
Entre los aspectos más destacables de esta nueva publicación, destacamos los siguientes:
Focalizar las medidas preventivas relacionadas con la gestión de la edad únicamente sobre los empleados más mayores… ¡Craso error!: Esto a la práctica implicaría un concepto de éstos como “colectivo especialmente sensible”, aumentando así el riesgo de estigmatización dentro de la empresa. A su vez, este enfoque podría dificultar la detección precoz de signos de posibles problemas crónicos en trabajadores de mediana edad. En resumen, la gestión preventiva de la edad ha de ser inclusiva para todo el personal, incluido el más joven, estableciendo tramos de edad. Podéis ampliar esta información clicando en el siguiente enlace.
Hay que promocionar la promoción de la salud: Deviene un aspecto clave. Son muchas las horas que las personas invertimos en el trabajo. Conseguir que los empleados adopten hábitos saludables durante su horario laboral, además de sus beneficios intrínsecos, puede a su vez incidir positivamente en la adopción de buenos hábitos también fuera del trabajo. Todo ello, por supuesto, contribuye a un envejecimiento activo y saludable, a la par que a un presumible declive en los ratios de absentismo.
Más peso de la prevención terciaria: El término “Return to Work” resulta cada vez más familiar y así seguirá siendo. El incremento progresivo de la prevalencia de enfermedades crónicas o de larga duración (trastornos musculoesqueléticos, situaciones de estrés, burnout…) va a ir a más en poblaciones de edad media y avanzada. Esto no solo implica un aumento considerable a nivel de costes para la empresa, sino también incide en el riesgo de exclusión social y laboral que pueda experimentar la persona.
PrevenControl agradece a la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo la ferviente labor que desarrolla en favor de la mejora continua de las condiciones de trabajo.